Pugna abierta entre las fuerzas de izquierda por presidir la comisión de investigación parlamentaria sobre el accidente de la mina de Cerredo. PSOE e IU, los socios del Gobierno, y únicos partidos que intentaron por todos los medios impedir que se constituyera la comisión, han optado por proponer a la diputada Delia Campomanes. Una opción meditada. Eligen a un miembro de IU, porque en caso de que fuera socialista, cualquier estrategia desde la presidencia de la comisión se vincularía al intento de evitar que la exconsejera, Belarmina Díaz, quedara dañada por los trabajos de investigación. Designan a Delia Campomanes, al ser la portavoz que con más fuerza atacó a la exconsejera («que nadie se equivoque, no damos cheques en blanco») cuando dio su versión sobre el siniestro. Por su parte, la diputada Covadonga Tomé (Somos Asturies) mantiene el objetivo de presidir la comisión, tras haber sido la primera en proponerse para el cargo.
PSOE e IU-Convocatoria por Asturias están en minoría y necesitan el apoyo de Tomé para poder controlar la comisión. Con la intención de presionarla, el portavoz de IU-Convocatoria, Xabel Vegas, ha afirmado que Tomé «tiene que decidir si quiere estar con la mayoría social progresista o ser rehén de la extrema derecha». Una declaración breve, con varias imprecisiones. PSOE e IU no tienen una mayoría social que les apoye. Hay mucha más gente que no les votó que la que introdujo sus candidaturas en las urnas. La comisión no es el reflejo de una mayoría social sino la plasmación de la correlación de fuerzas políticas que hay en el Parlamento. Tomé se presenta libremente, sin estar patrocinada por ningún grupo, así que difícilmente puede ser rehén de alguno de ellos. Para descalificar a Tomé, Xabel Vegas señaló que busca con la comisión «visibilidad por estar huérfana de organización». Hablando de huérfanos, no sé si Vegas se siente arropado por amplias masas de militantes o ex militantes de Más País.
Los grupos de derechas (PP, Vox, Foro) rechazan que el PSOE o IU presidan la comisión porque no querían que se formara. Tienen la posibilidad de votar a Tomé, que ha demostrado su interés por investigar lo ocurrido en la mina de Cerredo, hasta el punto de chocar con los partidos que había negociado leyes y presupuestos. Las derechas pueden optar por un presidente de su cuerda ideológica, pero harían una demostración de torpeza política. No lograrían su propósito, presidir la comisión, y el bloque de la izquierda podría recomponer sus diferencias.