La cuarta jornada de huelga coincidió con el inicio de la negociación entre la consejera de Educación y los cinco sindicatos que componen la Junta de Personal Docente. Lydia Espina realizó una oferta y los representantes sindicales se levantaron al unísono (eso dijeron) de la mesa y bajaron a la calle para decirle a los manifestantes, sentados delante de la puerta, que la propuesta de Espina es «una tomadura de pelo», «una falta de respeto a todo el profesorado», «una propuesta casi surrealista» y que el Gobierno debe dejar de «ofender a los docentes». La hoja de ruta es la misma que antes de comenzar a negociar con la Consejería de Educación: el domingo, manifestación histórica por las calles de Oviedo, y el lunes huelga en todas las etapas de la enseñanza no universitaria. Las camisetas negras quieren mantener la movilización y los sindicatos adecúan la respuesta a la consejera en función del sentir de las bases.

Lydia Espina explicó que su oferta supone un gasto de 14,5 millones. La mayor parte va destinado a un incremento en los sueldos de 58 euros al mes. El resto se consumirá en la contratación de 78 profesores especialistas en pedagogía terapéutica o en audición y lenguaje. También habló de rebajar las horas lectivas a los mayores de 55 años. La oferta de Espina está calculada para duplicar o triplicar las cifras a lo largo de la negociación, si sirve para recuperar la normalidad laboral. Algunos datos valen para orientarnos. El dinero que pone la consejera encima de la mesa supone el 1,3% de todo el presupuesto destinado a la educación en 2025. Este año el Principado gastará casi el triple en el programa de ‘Les Escuelines’ de lo que oferta Espina para satisfacer las necesidades que demanda el profesorado en Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato. Es una cuestión de prioridades. Si al final los sindicatos juegan la baza de la negociación, con las camisetas negras en la calle, el Principado no tendrá otro remedio que asumir ese gasto. Es un peaje que va a pagar el Gobierno regional por actuar de una forma tan prepotente con los docentes. En vez de anticiparse a los problemas, Espina optó por sufrirlos.

IU ha dado su apoyo a los huelguistas. Habla del ‘éxito’ de la movilización. Aboga por una negociación rápida y un acuerdo que suponga una mejora para el servicio público. El Gobierno está en el momento de mayor debilidad del mandato. Nadie le apoya en el Parlamento. La rehabilitación le va a costar cara. Las derrotas en los conflictos sociales pasan facturas muy altas.