Tras la reunión en La Morgal del comité de crisis, presidida por Adrián Barbón, el presidente del Principado realizó unas declaraciones que constituyen una rectificación de las palabras vertidas en la víspera, por Alejandro Calvo, consejero de Medio Ambiente y Gestión de Emergencias, sobre el trabajo de extinción de los fuegos en la provincia de León.
Refiriéndose al incendio de Anllares de Sil (León) que amenaza a Degaña (Asturias), Calvo afirmó que «ese incendio tiene que apagarse en León; sería lo lógico», como si no fueron los propios leoneses los primeros interesados en apagar ese fuego. Afirmó que los bomberos de León «no tienen jefe», lo que supone una intromisión en la organización interna de los servicios de extinción de otra comunidad autónoma. Y culminó su diatriba asegurando que «los incendios de Asturias no están generando problemas en León, sino todo lo contrario». Una crítica inaudita en la relación entre comunidades autónomas, haciendo de una grave emergencia materia para la discordia.
Es de agradecer al presidente del Principado que desde La Morgal dijera que «sin desatender en ningún caso las necesidades de Asturias, una vez controlada la situación, entraremos de lleno a colaborar porque somos una comunidad solidaria y porque sus circunstancias nos afectan directamente». En la misma comparecencia afirmó que «no voy a juzgar lo que se está haciendo en otras partes, pero sí quiero poner en valor como estamos trabajando en Asturias, porque es el camino correcto». Como los gobiernos nos representan, me alegro que en unas circunstancias tan difíciles nuestros portavoces tengan mesura, respeten lo que se hace en territorios vecinos, estén prestos para colaborar con ellos y tengan la inteligencia suficiente para entender que en la lucha contra los desastres naturales rige la norma: hoy por ti, mañana por mí.
Puestos a completar el discurso de Barbón, diría que, además de ser Asturias una región solidaria, forma junto con León parte de una misma nación y ese vínculo que es mucho más antiguo que nuestra democracia y el mapa autonómico, nos compele a luchar juntos contra incendios, terremotos, sequías, pandemias, sunamis, ‘danas’, ciclogénesis exgplosivas, invasiones militares, debacles económicas y un largo etc. de calamidades naturales y humanas. Alfonso III unió el destino de Asturias y León hace más de 1.100 años y aquí estamos muy orgullosos de que la playa de Gijón sea la playa de León. Gracias por enmendar el error, presidente.