Por la comisión parlamentaria de investigación sobre el accidente mortal de la mina de Cerredo (Degaña) pasaron a declarar funcionarios de la Seguridad Minera. Sobre su trabajo dieron a conocer una circunstancia llamativa relacionada con el recorte de personal en Seguridad Minera y en Promoción y Desarrollo Minero. Eran dos servicios independientes y al llegar al poder el equipo de Adrián Barbón, con Enrique Fernández como consejero de Industria, el Gobierno aprobó un decreto de estructura que unificó ambos servicios pasando de un personal de 22 trabajadores (14 ingenieros) a 16 (11 ingenieros). Los sindicatos, CCOO y UGT, protestaron y la entonces directora general, Belarmina Díaz, les dijo que «la reestructuración orgánica de las diferentes consejerías, incluida la que tiene las competencias en materia de minería, les vino dada». Una disminución de personal que tuvo que hacer frente a una elevada carga de trabajo, con 120 destinos que vigilar y 400 salidas al año entre autorizaciones y visitas de inspección.
Es curioso que la expansión del personal en el Principado se compagine con recorte en servicios de seguridad. Para este año, en el que sucedió la tragedia de Cerredo, estaba previsto un gasto de personal superior a los 2.358 millones de euros, lo que representa un aumento en la nómina de 135 millones, con la contratación de 510 trabajadores entre funcionarios (306), personal laboral (114), personal estatutario (90) y directivo (1). Todos los años crece la cifra de personas contratadas, pero al realizar reestructuraciones orgánicas consideran oportuno aligerar plantillas destinadas a la seguridad.
Cuando sucedió el accidente de los cinco mineros muertos, el pasado 31 de marzo, desde el Principado se explicó que «las decisiones de estructura se van tomando según la evolución de los acontecimientos». Justo, por eso ahora tienen dos trabajadores más de refuerzo. En líneas generales los recortes se realizan por razones económicas, un argumento de peso, sin duda, pero asumido el condicionante económico, hay que discriminar: no es lo mismo aligerar la plantilla de bomberos, por ejemplo, que la de auxiliares administrativos.
Uno de los funcionarios citado por los diputados, declaró que «nunca vio movimiento inusual de camiones, ni nada raro». Sin embargo, hubo vecinos de la zona que sí lo vieron y lo denunciaron, pero la burocracia del Principado se encargó de dejar la denuncia en vía muerta. Cada día nos enteramos de alguna novedad sobre Cerredo.