El brote de sarna que empezó en la residencia Mixta de Pumarín (Gijón), la que tiene más capacidad de albergar a personas dependientes de la red de Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA), se ha extendido a otros centros. Hay tres casos activos, dos en un centro de menores de Oviedo y otro en Gijón. La Consejería de Derechos Sociales y Bienestar deja la cifra en dos. En la Mixta hay, actualmente, cuatro residentes afectados y un trabajador. La información no es buena porque por un lado está lo que dicen fuentes sindicales y los trabajadores de los centros y por el otro, la consejera, Marta del Arco, y su equipo, que siempre rebajan o niegan las cifras («ya no hay casos») que proporcionan las personas que conviven con los residentes. Nos encontramos ante un clásico: nunca los políticos y los gestores reconocen las dimensiones exactas de los problemas. Pasaba con la covid y aquel infausto doctor Simón. El brote del centro de menores de Oviedo empezó en octubre y dicen los trabajadores que, todavía, no ha finalizado, pero la consejería lo niega. Según los empleados, no estamos ante un problema de limpieza, sino de personal. Se incrementó la nómina de atención directa, pero en cocina y limpieza están bajo mínimos. Conclusión: es un problema de limpieza causado por la falta de personal.
En la consejería se acumulan las quejas. Hace unos meses tuvimos información sobre la particular forma que tiene el departamento de Bienestar de financiar las sentencias judiciales adversas con los recursos destinados a la alimentación de los residentes del ERA. Por esa vía se fueron 1,3 millones. También se desviaron recursos del ERA para satisfacer objetivos de gestión. Los problemas con la empresa adjudicataria del catering, que no cumplió el contrato, influyeron en el menú que sirven en las mesas.
La pasada semana se informaba en estas páginas de la carencia de papel higiénico en las escuelas infantiles, así como centros de menores sin leche ni pan. Los proveedores afirmaron que hay facturas de productos básicos sin pagar desde hace dos años, elevándose la deuda a 90.000 euros. No entiendo nada. Se aprobó el presupuesto del Principado con más recursos financieros de la etapa autonómica; hay más dinero destinado a sanidad, educación y servicios sociales que nunca, y resulta que ancianos, bebés y menores acogidos tienen las carencias propias de un Gobierno que tiene bajos ingresos y deudas abultadas. Sospecho que hay empresas que con menos recursos prestan mejor servicio.