Los socialistas alaban unánimemente a Álvarez Areces y Javier Fernández. Del presidente ensalzan la gestión realizada y el gesto de dar el relevo al secretario general de la FSA. De Javier Fernández ponderan su capacidad de liderazgo y el haber cohesionado al partido, una cualidad que podría servir para armonizar las distintas sensibilidades o pareceres que hay en la sociedad. Tanta crítica positiva demuestra que están satisfechos de cómo se ha hecho la transición entre ambos líderes; falta por producirse la confirmación de la candidatura de Javier Fernández, pero se trata de una mera formalidad.
El socialismo asturiano está más unido que nunca en torno a la figura del secretario general. De ahí se derivan varias consecuencias, entre ellas la elección de los candidatos a alcaldes de los principales ayuntamientos. Todos los aspirantes cuentan con el respaldo de Javier Fernández y la decisión sobre los candidatos está tomada hace tiempo. Ya sé que el ámbito de decisión corresponde a las direcciones locales, pero no estoy hablando del libro de estilo del PSOE, sino de la vida real. En ningún partido la selección de las candidaturas se deja al albur de lo que decidan las comisiones o comités electorales. Es una cuestión demasiado importante para que esté en manos de segundones.
Esther Díaz y Luis María García repetirán como candidatos en las cabeceras de las cuencas mineras; Paloma Sainz intentará hacerse con la Alcaldía de Oviedo y Pilar Varela optará a un segundo mandato en Avilés. Estabilidad y continuismo. La norma tiene una excepción: Paz Fernández Felgueroso dejará la Alcaldía de Gijón. La alcaldesa de la mayor ciudad asturiana lleva tres mandatos consecutivos y tiene de sobra ganado el derecho a la jubilación y a disfrutar de la vida familiar. La agrupación socialista gijonesa es una organización compleja, pero la elección del candidato ha sido tomada hace mucho tiempo y no es otro que Santiago Martínez Argüelles, concejal de Hacienda. El profesor Martínez Argüelles cambió sus clases en la Universidad de Oviedo por una concejalía del Ayuntamiento de Gijón, como transito para optar a la Alcaldía. Llegó al Ayuntamiento con un cometido concreto. Tiene el perfil que le gusta a la dirección de la FSA y ocho años menos que su potencial rival del PP. El socialismo asturiano está en una fase de unanimidades.