El presidente del Gobierno viajó a Degaña para conocer la actividad de los efectivos que luchan para apagar el mayor incendio de los declarados en Asturias en las dos últimas semanas. Pedro Sánchez llegó acompañado de la vicepresidenta Sara Aagesen y del ministro Grande-Marlaska. La visita se inscribe en la gira de que está haciendo el presidente por las comunidades autónomas que han sido más dañadas por los incendios. Ya estuvo en Galicia, Extremadura y Castilla y León, territorios gobernados por el PP, donde no es recibido con mucho entusiasmo, un asunto al que es muy sensible el presidente Sánchez, que prefiere prodigarse en foros donde cuenta con la mayoría absoluta del público.
En Degaña, con el viento a favor, hizo una gran alabanza de la gestión realizada por el Principado en los incendios («extraordinaria colaboración y cooperación ha habido en Asturias en la lucha contra el fuego»). Según Sánchez, quedó demostrado que cuando se aborda una emergencia de forma integral se pueden reducir los efectos sobre el territorio. En su intervención se atrevió a ir más allá de lo que yo había imaginado: «desde lo público se pueden poner herramientas, instrumentos y efectivos para la seguridad de los ciudadanos y la defensa del territorio». Vamos a ver, desde hace siglos, los poderes públicos se encargan de ambas tareas, para eso están el ejército, la policía, los jueces, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los servicios de extinción de incendios, etc. Lo mismo ocurre en Francia, Alemania, Canadá, Australia, Italia o Japón. No entiendo la aseveración de Pedro Sánchez dando a entender que los gobiernos socialistas incorporan la dimensión de lo público a la lucha contra los incendios, cuando es así desde que el Estado es una entidad sólida (fin de la primera guerra carlista). Desde lo público se ha hecho todo lo que hay, mucho o poco, para defender el territorio y garantizar la seguridad de los ciudadanos. La afirmación me dejó confundido, como en 2015, cuando aseguró en Langreo que no deslocalizaría la ‘planta de Hunosa’.
Adrián Barbón aprovechó la ocasión para pedir a Pedro Sánchez que, en la próxima Conferencia de Presidentes, a celebrar este año en Asturias, se aborde la emergencia climática. Una buena ocasión para discutir a fondo sobre un asunto que nos concierne a todos. No puede seguir cada comunidad autónoma con su estrategia ante los incendios (como en la pandemia) mientras las llamas calcinan media España. Sánchez aceptó la propuesta de Barbón.