El presidente del Gobierno hizo una primera aproximación al proyecto de presupuestos del Principado de 2026 refiriéndose al PP y Foro como posibles socios del Ejecutivo de coalición de la izquierda para aprobar las cuentas regionales. Es una práctica habitual de Adrián Barbón hacer ofertas a los grupos de derechas sobre el presupuesto antes de que acabe el verano. Normalmente suele plantear el acuerdo como una oportunidad para que los grupos de la oposición muestren a los asturianos que asumen responsabilidades regionales. No deja de ser un planteamiento retórico, porque sus rivales pueden también decirle que asuma las enmiendas que le presentan si quiere tener talla de jefe de Gobierno. Y así hasta el infinito.
En otoño las cosas cambian; el Gobierno tiene una reunión formal con el grupo parlamentario del PP y ya no vuelve a ver sus caras hasta el pleno en que se votan las cuentas; cumplido el trámite, se sienta a negociar el presupuesto con las formaciones de izquierda, con la particularidad de que una está en el Gobierno (IU) y tiene un margen pequeño para la disensión, y la otra forma parte del Grupo Mixto con un solo escaño, Covadonga Tomé.
Quiero decir que antes de presentar los presupuestos, Adrián Barbón ya sabe que cuenta con la mayoría absoluta de la Cámara, una mayoría absoluta en su versión más reducida: 23 escaños de la izquierda contra 22 del centro-derecha. En cuanto al proyecto de presupuestos puede decirse que todos los años, tras el diálogo con IU y Tomé, queda prácticamente como lo aprobó el Consejo de Gobierno. En conclusión, no hay una negociación digna de tal nombre ni el Gobierno integra posiciones que sean distintas a la suya. Esta situación tuvo algunas variantes, porque es distinto que la izquierda radical ocupe seis escaños y vaya por libre (2019-2023) a que sólo haya un electrón sin apenas energía de ionización que le permita desligarse de la izquierda instalada (2023-2025).
Adrián Barbón señaló dos asuntos como el núcleo central del proyecto que presentará en el Parlamento: la educación y la prevención y extinción de los incendios. Sobre educación se trata de aprobar las partidas de gasto contenidas en el acuerdo con los sindicatos que puso fin a la huelga. Creo que es una magnífica ocasión para introducir temáticas que quedan forzosamente fuera de un acuerdo sindical. En cuanto a la prevención y extinción de incendios es preciso trabajar con amplitud de miras y recoger posturas diversas, empezando por las demandas de los ganaderos.