El Gobierno regional va a poner en marcha el programa Alquilámoste para que los propietarios puedan alquilar sus pisos a precio contenido. La esencia del programa consiste en que los arrendadores cedan los inmuebles al Principado para que éste los arriende por una renta inferior a los 700 euros al mes. El Gobierno garantiza el cobro de la renta y la reparación de los desperfectos.
En otros países el problema de la vivienda se resuelve con el concurso de promotores y constructores, que es tanto como decir, estimulando la oferta. En el Gobierno asturiano, la vivienda entra dentro de las competencias de IU. La crisis de la vivienda la resuelve controlando la oferta, canalizando la demanda y fijando el precio. Alquilámoste es una copia de una iniciativa (‘Etxebide’) que desarrolla el Gobierno vasco desde hace veinte años.
Alquilámoste va a empezar en Asturias con una oferta de 150 pisos. Entiendo que puede ser un punto de partida para que Viviendas del Principado de Asturias (Vipasa), empresa pública de la vivienda que administra el patrimonio inmobiliario del Principado, promueve y rehabilita edificios públicos, vaya adquiriendo experiencia para gestionar el programa, pero en modo alguno puede nadie suponer que poniendo en el mercado 150 pisos se empieza a solucionar la crisis de la vivienda. Queda poco más de un año de mandato, así que una iniciativa anunciada al principio de la legislatura no va a pasar de la fase de laboratorio. La cantidad de inmuebles es muy pequeña y está respaldada por una partida presupuestaria irrisoria: un millón de euros.
Como todo el programa está gestionado por la Consejería de Ordenación del Territorio (la única del Gobierno de coalición que no tiene al frente a un consejero socialista), desde los despachos han decidido distribuir los 150 pisos por la región, en cuotas territoriales, en vez de dejar que sean los ciudadanos quienes tomen la iniciativa. El 80% de ellos estarán el área central asturiana. Es curioso que en el área central no incluyan a las cuencas mineras, aunque eso no quiere decir que se queden sin cuota de pisos (27 viviendas). En la Consejería de Ordenación tienen su propia visión sobre el contorno del área central.
El programa no es fácil de digerir. Un ejemplo. El IBI de las viviendas lo paga Vipasa. Los miles y miles de arrendadores que hay en Asturias pagan religiosamente el IBI, pero si alquilan el piso a través de Vipasa, lo abonará la empresa pública que, a su vez, lo puede repercutir en el arrendatario. Insólito.