Desde la dirección nacional del PP se afirma que Mariano Rajoy apoyará a Álvarez-Cascos para ser el candidato a
Los acuerdos mínimos entre Álvarez-Cascos y el PP asturiano tienen que venir facilitados por los órganos del PP regional. A Ovidio Sánchez le va a tocar cambiar el rechazo por la adhesión, y ordenar la transición desde una dirección inoperante a un nuevo equipo representativo de lo que desean militantes y votantes. Poco después del último congreso regional, Ovidio Sánchez declaró que al candidato electoral le tocaría establecer la estrategia y llevar las riendas del PP, así que ahora va a tener una excelente ocasión de cumplir lo dicho. Me parece inimaginable que los responsables de las juntas locales de Oviedo, Gijón y Avilés se atrevan a disentir del parecer de Rajoy, pero en caso de ser así, sólo serviría para que el proceso se acelerara. No pueden De Lorenzo, Fernández Pardo o Aréstegui enfrentarse, simultáneamente, al criterio de Rajoy y al sentir de los votantes del PP en sus ciudades.
En la decisión de Rajoy seguro que pesó tanto la voluntad de las bases del partido como el comportamiento sectario de quienes pretendieron alzar un veto contra el candidato que puede lograr el mejor resultado para el PP. Bastante difícil es vencer a la izquierda en Asturias, como para tejer candidaturas en clave de fobias internas. Lo lógico sería que las aguas en el PP regional se fueran sosegando, aunque la disputa se salda con ganadores y perdedores. Si estos últimos no aceptan su papel quedarán marginados en la próxima etapa que se abre para el PP asturiano. Tiempo de rectificación.