Enrique Álvarez Sostres, uno de los miembros del PP que organizó la recogida de firmas en apoyo de la candidatura de Álvarez-Cascos, considera que el ex ministro es la única alternativa real del partido para ganar las elecciones, y lamenta el actual estado del PP regional, una organización rota en la que el presidente, Ovidio Sánchez, ha dejado de ejercer, dejando la iniciativa en manos de Gabino de Lorenzo. Sostres advierte de que junto a las 5.676 firmas de militantes apoyando a Cascos han recogido otras 10.000 adhesiones de simpatizantes. Fuentes de la dirección regional restan valor a las firmas, al considerar que sólo suponen un 25% de la organización. Las mismas fuentes se extrañan de cómo pudieron hacerse con los listados del partido y critican las formas utilizadas para recabar las adhesiones. En cualquier caso, las fuentes de la dirección señalan que los firmantes actúan al margen de los procedimientos estatutarios, en contraste con lo que hace la dirección que propone a Pérez-Espinosa de candidata.
El impacto de las firmas es enorme, porque supone una movilización de militantes muy superior a la que participa en la elección a delegados en los congresos del PP. Es un tanto ridículo hablar de que el PP tiene 20.000 afiliados en Asturias, cuando a las primarias socialistas en Madrid (una comunidad con seis veces más de ciudadanos) sólo estaban convocados 18.000 militantes.
Con los pliegos de firmas quedan claras dos cosas: Álvarez-Cascos ya tiene la petición del partido que necesitaba para lanzarse abiertamente a la batalla electoral, y Rajoy se va a tentar la ropa antes de proponer otro candidato. Representa mucho más la voluntad del PP el sentir de miles de militantes y simpatizantes, que la peña de amigos de Gabino de Lorenzo que hablan por todos los afiliados sin contar con la expresa voluntad de nadie. El mejor ejemplo de ello es lo que ocurre en Oviedo, feudo por excelencia del aparato del partido, donde la indignación del electorado con la maniobra del alcalde es enorme. Tiene mucha gracia la crítica de los oficialistas a los métodos utilizados para recoger firmas, cuando la dirección regional está desaparecida, Ovidio Sánchez actúa como un mero colaborador de Gabino de Lorenzo, y la propuesta de convertir en candidata a Isabel Pérez-Espinosa se hizo en una reunión privada.