Con las uvas en el plato, la izquierda y derecha asturianas siguen danto titulares. El Gobierno regional autorizó el gasto de casi 200 millones de euros con cargo al presupuesto del Principado de 2011, aprobado en la víspera. Una cantidad de dinero muy importante que no pudo esperar al primer día del año para ser puesta en circulación. Del monto global destacan los 39 millones para la política de dependencia, 32 para salario social, otros 32 para la política de vivienda, 7,3 millones para cooperación internacional y 38,2 millones destinados a contratar jardineros, peluqueros, cuidadores de comedor y otros distintos oficios demandados por las 19 residencias públicas de la tercera edad. Tres cuartas partes del gasto autorizado tienen que ver con la Consejería de Bienestar Social y Vivienda, lo que viene a confirmar dónde están las prioridades presupuestarias y políticas del Gobierno regional. No puede ser casualidad que la amplia gama de actuaciones y programas en manos de IU tenga prioridad a la hora de recibir recursos. Como es muy dudoso que los presupuestos aguanten durante todo el ejercicio sin sufrir recortes, lo que se ejecute ahora queda libre de poda.
Ana Rosa Migoya considera que la coalición (PSOE e IU) tendrá una pacífica convivencia en lo que resta de mandato, porque «el pacto de gobierno goza de excelente salud». Tiene razón la consejera. El pacto de Gobierno resistió el duro ajuste verificado el pasado verano, cuando se bajaron los sueldos de los funcionarios. La cuestión está en analizar en qué se basa la estabilidad de la coalición. Para la buena entente gubernamental resulta clave dotar a los departamentos de IU de sobrados recursos y dar prioridad a la ejecución de sus partidas. Una alianza basada en un peaje.
La derecha también gana protagonismo en la antesala de las doce campanadas. Esperanza Aguirre volvió a decir que Cascos cuenta con el apoyo de todos los líderes nacionales del PP, recordando que la dirección nacional es el órgano competente a la hora de elegir candidato. El aparato asturiano del PP criticó la intervención de la presidenta madrileña, dejándonos una perla: «El PP regional sabe gobernarse» ¡Atiza! No se reúnen nunca, el máximo líder está ausente y el alcalde más ‘gayoleru’ habla por todos y reparte canonjías. El futuro de Asturias puede ser peor que el presente.