Continúa el parte de bajas del PP, con más de media organización del partido en Nava renunciando al carné, así como tres de los cuatro concejales. Alicia Castro, cabeza de lista del PP en las elecciones generales del año 2004, diputada y concejala del Ayuntamiento de Oviedo durante varios mandatos, mandó una carta a Rajoy en la que valora darse de baja en el partido. Miembros y ex miembros de la comisión de Educación, que redactaron el programa electoral del PP regional, también han dejado el carné.
No creo que la batalla entre PP y Álvarez-Cascos por la hegemonía en el espacio de la derecha se decida por las altas y bajas de la militancia. En Asturias, los aparatos de los partidos son todopoderosos, hasta el punto de mandar mucho más que los cargos electos e impregnan la sociedad con el mensaje de la organización. El otro día lo expresaba acertadamente Pérez-Espinosa, cuando decía que sin el apoyo del partido un simple rostro no es nada. En efecto, para un liberado del trabajo, a sueldo del partido, o para un diputado o concejal del montón, su ejecutoria política depende de mantener la confianza del jefe. Si un día cae en desgracia se queda en casa lamiéndose las heridas. Sin embargo, en el caso de un líder político, conocido por la sociedad y respetado por su trayectoria, la biografía política depende de los ciudadanos que le dan los votos. En una sociedad avanzada, con una plataforma electoral reducida se puede llegar muy lejos, si la oferta está bien encaminada e interpretada por un candidato solvente. Con la primera década del siglo XXI vencida, medir el poder de los partidos por los carnés distribuidos es ridículo. Las antiguallas de los aparatos de los partidos hacen que se amplifiquen desmesuradamente los censos de la militancia, así que entre los que son, los que fueron, los que podían haber sido y las familias de los grupos anteriores, salen miles y miles de afiliados, que no participan nunca en congresos ni en campañas electorales. El último ejemplo lo tuvimos con Rosa Díez, que aporta más votos a UPyD que toda la larga lista de profesores universitarios que anidaron en ese partido con tesis política incorporada. Todo esto lo tienen mucho más claro en EE.UU.
La disputa por el electorado del centro-derecha asturiano se va a decantar en función de la confianza que despierten los candidatos y las propuestas que hagan en campaña.