Alicia Castro Masaveu mandó una carta a Gabino de Lorenzo, como presidente del PP de Oviedo, dándose de baja del partido en el que llevaba militando treinta años. Alicia Castro fue concejala del Ayuntamiento de Oviedo, gestionando diversas áreas, entre ellas la de Urbanismo, en el mandato de 1995 a 1999, el periodo en que De Lorenzo abordó las grandes infraestructuras culturales (auditorio) y deportivas (estadio Carlos Tartiere, campo de golf) de la capital. En el año 1996 se incorporó al Congreso de los Diputados, estando tres legislaturas en la Cámara. La última de ellas, del año 2004 al 2008, en la que fue cabeza de lista del PP por Asturias, derrotó a la candidatura socialista liderada por Álvaro Cuesta. Cuatro años más tarde, el propio Álvaro Cuesta obtendría una victoria histórica sobre la lista del PP, cuyo primer candidato era De Lorenzo. El mismo PP que triunfó con Alicia Castro, frente Cuesta, quedaría derrotado por 40.000 votos de diferencia encabezado por De Lorenzo. El alcalde de Oviedo estuvo veinte años haciendo amigos por la región, especialmente en Gijón y Avilés, y así luego pasa lo que pasa. Últimamente también parece empeñado en tratar bien a los ovetenses, y ahí está la prevista construcción del enorme garaje subterráneo en el centro de la ciudad que tiene la virtud de no haber sido respaldado en público por ningún ovetense.
En los primeros días de enero, del presente año, Alicia Castro mandó una carta a Rajoy en la que le anunciaba que pensaba darse de baja en el PP por los insultos que dedicaba el alcalde de Oviedo a los seguidores de Álvarez-Cascos. Tres meses más tarde cumple con el anuncio. El alcalde de Oviedo declaró que el abandono de la ex diputada no merece comentarios. Se ve que no tenía De Lorenzo el día ingenioso, a diferencia de cuando despidió a los concejales Carmen Manjón y Suárez Cachero, sobre los que se permitió ironizar calificándolos de “inolvidables”.
Alicia Castro trabaja ahora en la empresa privada y es probable que nunca retorne a la política, pero su abandono es exponente de lo que ocurrió en el PP en los últimos meses, cuando el alcalde de Oviedo cogió la batuta de mando, desplazando a Ovidio Sánchez, jefe teórico del partido. No está el PP asturiano como para prescindir de personas con la experiencia y la dimensión pública de Alicia Castro, pero aún es pronto para que se den cuenta de ello.