Álvarez-Cascos asegura que la propuesta de disolver la Junta General del Principado y adelantar las elecciones es “una iniciativa a estudiar”, pero reconoce que la paternidad de la misma corresponde a los socialistas. En el último comité regional del partido, Javier Fernández la planteó como vía para salir de la inacción en el Principado. Debe recordarse que tanto PSOE como PP han elaborado su discurso opositor en torno a un solo argumento: el Gobierno debe dejar de hacer lo que hace y ponerse a gobernar. Si uno compara la actividad del Gobierno asturiano con los de otras comunidades autónomas llegará a la conclusión de que hay una gran identidad, porque todos ellos están centrados en la lucha contra el déficit público, aplicando continuos recortes al gasto. La labor de trazar rayas sobre el mapa, como anticipo de futuras carreteras, la elaboración de estrategias industriales, con generosos incentivos para las inversiones, o la gestión de ambiciosos planes de empleo, es cosa del pasado. No hay dinero. Ni en Cataluña, donde ya se prepara una tasa sanitaria para cada consulta al médico, ni en Andalucía, donde Griñán vende su última pólvora mojada, ni en el País Vasco, donde las bajas de los funcionarios llevarán aparejadas la pérdida de un porcentaje de sueldo. Antes, gobernar era asignar recursos y ahora es repartir recortes.

Adelantar los comicios es una iniciativa que está tanto en las manos del Gobierno como de la oposición. En el caso del primero porque es una competencia del presidente y en el caso de la segunda porque tiene suficientes escaños para ganar una moción de censura y llamar, inmediatamente, a las urnas. Hay otras alternativas, como la prórroga presupuestaria o la negociación de un acuerdo entre dos grupos que sumen 23 o más escaños.

Foro Asturias le ha mandado una carta a los tres grupos de la oposición solicitando que retiren la proposición de ley que blinda a la Radio Televisión del Principado de Asturias del recorte de once millones de euros aplicado por el Principado. Foro asegura que es inconstitucional y que daña la estabilidad presupuestaria. El problema no está en los once millones que no valen ni para equilibrar ni para desequilibrar, sino en el papel del PSOE, PP e IU, que ni gobiernan ni dejan gobernar. Cinco meses de mandato presididos por la consigna de “todos unidos contra Foro”.