El Gobierno ha presentado en la Junta General el proyecto de presupuestos para 2012, del que la semana pasada ya había dado a conocer las principales líneas. En las cuentas regionales se amplían las deducciones fiscales (alquiler viviendas, tipo reducido en trasmisiones patrimoniales) y se limitan las subvenciones directas a los casos en que haya competencia entre dos o más empresas. En los presupuestos se contempla devolver la gestión de las empresas públicas al Principado. La benignidad del tratamiento fiscal está en línea con la estrategia de Rajoy, aunque el PP asturiano se mueve por otras referencias. La devolución del sector público a manos del Gobierno regional es una aspiración lógica que choca con el parecer de los partidos de la oposición. Después del ‘caso Renedo’, las subvenciones directas a empresas estaban llamadas a ser sometidas a un procedimiento más exigente.
Lo más importante de las cuentas regionales está en el crecimiento de la sanidad en el 6,7%, el incremento de la educación en el 2% y el aumento del 7,4% en servicios sociales. Para dar idea del compromiso presupuestario con el gasto social basta decir que el salario social contará con una cobertura de 40 millones de euros, que hubiera hecho feliz a la gente de IU cuando gobernaba. La cobertura de los servicios públicos se logra reduciendo la masa salarial de los funcionarios y restringiendo la inversión.
El proyecto de presupuestos tiene que pasar la prueba de fuego del Parlamento. PSOE e IU van a presentar enmiendas a la totalidad, porque se guían por un criterio ideológico, sin reparar en que las partidas a la sanidad y la educación públicas y el dinero destinado a la Dependencia y al salario social benefician a las clases más desfavorecidas. El discurso de la izquierda es mucho más simple que todo lo expuesto: es el presupuesto de un ‘partido de derechas’ y la Cámara debe rechazarlo. El PP deberá decidir si se alinea con la izquierda, como tantas veces ha hecho desde el inicio de la legislatura, o acepta negociar las partidas del Gobierno a través de enmiendas parciales. El expediente del presupuesto viene precedido de hechos muy significativos: el PP de Gijón ha pactado con Foro un presupuesto que no ha asumido públicamente y De Lorenzo tenía un acuerdo con el PSOE, que devino en inútil por el apoyo dado por Foro a las cuentas de Gabino