La enmienda a la totalidad aprobada por el Comité Ejecutivo del PP tuvo respuesta en una rueda de prensa convocada por Cristina Coto, Pelayo Roces y José Antonio Martínez. Los diputados de Foro señalaron que la enmienda a la totalidad supone la prórroga presupuestaria y que trabajar con el último presupuesto aprobado por el Gobierno de coalición de la izquierda resulta incompatible con el logro de la estabilidad. Si al PP le preocupa tanto la lucha contra el déficit no debería votar para que se mantenga en vigor unas cuentas ajenas a la política de ajuste. Los dirigentes de Foro señalaron que la enmienda a la totalidad supone la ruptura del diálogo y el paso hacia la confrontación, siendo las enmiendas parciales la forma correcta de mejorar el proyecto presentado.
En la rueda de prensa, la novedad estuvo en el anuncio de Foro de presentar una autoenmienda parcial al proyecto para atender los requerimientos del Consejo de Política Fiscal y Financiera. No entiendo qué mandato del órgano de coordinación de la política presupuestaria de las comunidades autónomas debe recoger expresamente el proyecto de cuentas del Principado, que no lo haga ya con las cifras presentadas. A ver si nos aclaramos; en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, Cristóbal Montoro dio oxígeno a las comunidades autónomas porque carecen de liquidez. Si hay que señalar con el dedo, digamos que el ministro adelantó medidas para rescatar de la ruina a algunas regiones, curiosamente gobernadas por el PP. El Principado advirtió que la oposición le impedía hacer más ajustes al arrebatarle la gestión del sector público y Montoro replicó que en ese caso el Parlamento aprobaría normas de obligado cumplimiento para impedir actitudes irresponsables.
La oposición puede dudar de la cifra de ingresos que hay en el presupuesto, pero como el Ministerio de Economía no hizo ninguna previsión sobre ingresos fiscales, nos movemos en el terreno de las valoraciones. En cualquier caso, lo que sí logra Foro con el gesto de la enmienda es desnudar las intenciones del PP, que le importa menos la estabilidad presupuestaria que los réditos políticos de la prórroga presupuestaria. Mientras todo esto sucede, Javier Fernández, ante la parroquia socialista, pidió la retirada del proyecto presupuestario. Lo mismo que acordó el Comité Ejecutivo del PP