Preguntado por el proyecto de presupuestos del Principado, rechazado por PP y PSOE, Cristóbal Montoro eludió entrar en la polémica asturiana, aunque recordó que se deben aprobar cuentas realistas sin que aumente el gasto. El ministro de Hacienda evitó criticar al Principado y se acogió a una pauta que vale para todas las administraciones. ¿Aumentaba el gasto el proyecto de Álvarez-Cascos?
Si tomamos como referencia las últimas cuentas aprobadas por Areces, el presupuesto se elevaba en el 1,3%. Sin embargo, lo que hizo el Gobierno de Foro fue contabilizar las facturas que estaban guardadas en los cajones. A partir de ahí realizó un ajuste de 156,8 millones. Pues bien, sobre esa base el proyecto de presupuestos para 2012 disminuía en el 6,3%. La operación realizada por el Principado no es ningún juego de manos, prueba de ello es que el propio Montoro declaró que sería muy severo con los presupuestos de las comunidades autónomas que tienen una cola de proveedores sin pagar. En el caso de Asturias suponían un total de 211 millones las facturas ocultas de los proveedores.
La Ley de Estabilidad Presupuestaria va a cambiar la forma de confeccionar los presupuestos. En breve tiempo, el Gobierno va a intervenir en las cuentas de las comunidades autónomas. Veremos si lo consigue con Cataluña. Las regiones perderán autonomía a la hora de gestionar, lo que no tiene que ser necesariamente malo, aunque esa ya es otra historia. Lo cierto es que en el rechazo de las cuentas del Principado no jugaron ninguna de esas consideraciones, sino que la clave fue cien por cien política: restar poder al Gobierno. Goñi afeó al Principado que hubiera confeccionado por su cuenta el proyecto de presupuestos, sin consultar con el PP. Todos los gobiernos diseñan sus presupuestos, sin preguntar a otras fuerzas. En los ocho años que gobernó Zapatero, los ministros de Economía (Solbes y Salgado) elaboraban el presupuesto y una vez remitido a la Cámara empezaba la negociación con las distintos grupos parlamentarios que presentaban sus enmiendas parciales. Bastante complicado es para los titulares de Economía o Hacienda negociar con los ministros para cerrar los presupuestos, como para que se sumen los diputados de otros grupos al diálogo. Si en Asturias se quería ayudar, la forma era a través de enmiendas parciales. PSOE y PP nunca estuvieron en esa clave.