Carlos Floriano, flamante vicesecretario de organización del PP, ha criticado a Álvarez-Cascos, al considerar que con el líder de Foro no se puede llegar a acuerdos. El alto dirigente nacional del PP puso como prueba los pactos en los ayuntamientos que no fue posible reeditar en el Principado. Cuando se vive lejos de nuestra región y se trabaja en cosas ajenas a ella es difícil conocer con detalle la política asturiana, porque está llena de falsas apariencias y ocultas realidades.
En los ayuntamientos hubo pactos entre Foro y PP, tanto en las sesiones de investidura como en la aprobación de los presupuestos para 2012. Los dos partidos se unieron contra la oposición de izquierdas. Sin embargo, esta regla tiene una excepción en el Ayuntamiento de Oviedo, al apoyar Foro las cuentas del PP, pese a que el propio Gabino de Lorenzo rechazó las enmiendas parciales de Foro e hizo público distanciamiento del grupo de Cascos. No creo que Carlos Floriano pueda poner un solo ejemplo en toda España de un alcalde que gobierna sin mayoría absoluta y renuncia al apoyo de otro grupo rechazando sus propuestas; el concejal portavoz se mofó del apoyo desinteresado de Foro, por haber votado a favor de los presupuestos sin recibir nada a cambio. Esto no ocurrió en un pequeño pueblo sino en la capital del Principado. ¿Alguien se imagina que el Gobierno regional hubiera rechazado de plano tres o cuatro enmiendas parciales del PP al proyecto de presupuestos haciendo gestos de claro distanciamiento?
El PP estaba dispuesto a negociar el presupuesto del Principado con el Gobierno de Cascos. Así lo acordó en una reunión de la dirección regional. A esa cita no acudió Gabino de Lorenzo, que unos días más tarde lanzó la diatriba más dura contra Cascos desde que empezó el mandato, descalificando radicalmente el proyecto regional de presupuestos. Unos días más tarde llegó la enmienda a la totalidad. Intentar explicar las frustradas relaciones entre Foro y PP sin nombrar a Gabino de Lorenzo es un ejercicio inútil. Sin la figura del ex alcalde de Oviedo todo lo que le pasó al centro-derecha asturiano en el último año y medio no hubiera ocurrido. El mayor obstáculo que va a tener Mercedes Fernández para reorientar la política del PP es la inercia de las alianzas del delegado del Gobierno, siempre dispuesto a pactar con el PSOE con tal de aislar a Foro.