De la entrevista con Mercedes Fernández se deduce que la candidata del PP a la Presidencia del Principado conoce muy bien el sitio donde está ubicada. Mercedes Fernández regresó a la política en el pasado otoño, tras seis años en la Sindicatura de Cuentas. De todos los dirigentes del PP regional es la única que no participó en las disputas internas del partido. No tiene ni un rasguño de la batalla con Cascos ni se le puede endosar un gramo de la dura derrota sufrida por su grupo en los pasados comicios autonómicos. Debido a esa singular posición no quiere hablar de Foro ni de los candidatos derrotados del PP que no repiten en su candidatura. De todo lo ocurrido antes del otoño de 2011 son otros los que tienen que responder. En el cúmulo de derrotas acumulada por el PP asturiano entre 2004 y 2011 han participado todos los dirigentes del PP asturiano (Ovidio Sánchez, Gabino de Lorenzo, Pérez Espinosa, Goñi, Aréstegui, Fernández Pardo), excepto Mercedes Fernández. Es muy probable que Mariano Rajoy haya valorado especialmente esa particularidad para ponerla al frente de la lista.

La vuelta al PP de Mercedes Fernández está asociada al triunfo electoral en las elecciones generales del 20 de noviembre. Ella iba al frente de la única lista del PP que ganó en las urnas asturianas desde el año 2004. La diputada gijonesa sabe que el mejor argumento electoral es la cercanía de Rajoy. Tras la legislatura más espantosa de la democracia Rajoy es la gran referencia de la política española. Un cúmulo de hechos concurrió para que el regreso de Mercedes Fernández a la política coincidiese con el momento más dulce en la singladura política del PP.

Si Ortega dejó definido que cualquier sujeto es la suma de “yo y mi circunstancia”, en el caso de los políticos, la circunstancia es más importante que el yo: Rajoy no gozaría de la holgada mayoría absoluta sin el desastre de Zapatero ni Felipe González hubiera llegado al récord de los 202 diputados sin la quiebra de UCD ni Cascos hubiera ganado las elecciones en seis meses sin las putrefactas aguas del bipartidismo. Mercedes Fernández tiene la suficiente experiencia para saber que su filón electoral está en formar tándem con Rajoy, con el discurso orientado hacia el futuro, alejada de la bronca política del último mandato, de la que participaron, entre otros, Pérez-Espinosa, Aréstegui y Goñi.