La actualidad está llena de sucesos que distraen a la opinión pública y sirven de refugio para los gobernantes. Garzón absuelto por investigar los asesinatos durante la guerra civil, tras haber sido condenado por ordenar escuchas ilegales sobre la trama Gürtel. Discursos electorales inanes en Asturias. Un día los candidatos ponen el acento en la calidad de los servicios públicos y al otro se entretienen en descalificarse mutuamente. De las urnas saldrán los nuevos gobernantes, pero no las soluciones para los problemas de los votantes. Lo importante se deja a un lado, para perder el tiempo con anécdotas.
Ayer se supo que el déficit del Reino de España en el año 2011 fue del 8,51%. Más de dos puntos y medio por encima del objetivo acordado con Bruselas. Sólo se logó rebajar en ocho décimas el déficit del 2010, y eso que durante todo el año se estuvo vendiendo que el Gobierno, las comunidades autónomas y los ayuntamientos estaban haciendo un esfuerzo sobrehumano para lograr la meta del 6% de déficit, porque nos lo exigían nuestros socios europeos y lo demandaban los temibles mercados que hacen subir la prima de riesgo cuando detectan excesos de las administraciones. Que los gastos hayan sobrepasado a los ingresos en el 8,51% del PIB es un absoluto fracaso. Un fracaso del Gobierno de Zapatero que bajó los brazos durante todo el año y de los gobiernos autonómicos –los salientes y los entrantes: medio año cada uno- que no cumplieron con su obligación.
Las comunidades autónomas son las principales causantes del exceso de déficit, porque se habían comprometido a acabar el ejercicio con el 1,30% de déficit y lo hicieron con el 2,94%. Hay un dato que da idea de hasta qué punto los gobiernos regionales no se tomaron en serio la tarea de ajustar las cuentas: ocho comunidades autónomas terminaron 2011 con un déficit mayor que en 2010. En vez de reducir la brecha entre gastos e ingresos, la aumentaron. Asturias había finalizado el primer semestre superando el margen concedido para todo el año y terminó el ejercicio con el 3,64% de déficit. En el último trimestre del año, cuando se acumulan los mayores pagos, el déficit pasó del 1,57% al 3,64%. Otros siete territorios terminaron peor aún que Asturias, dentro de un suspenso general del que sólo se libró la comunidad autónoma de Esperanza Aguirre. Hay que hacer algo, por las buenas o por las malas.