El interrogante que rodeaba la sesión de investidura se ha resuelto por la izquierda. UPyD ha escogido al PSOE, como socio, sin esperar a la celebración del pleno parlamentario. El modelo de negociación que barajaban los dirigentes del joven partido, forzando sucesivos empates en las votaciones entre izquierda y derecha para poder arrancar más concesiones del candidato ganador, no han podido llevarlo a cabo. La gente estaba cansada de un proceso tan largo de formación de gobierno y la principal propuesta de UPyD, la unificación de las circunscripciones electorales, sólo tiene atractivo para el personal hiperpolitizado, sin que le diga nada al ciudadano medio. Es un logro para el partido, no para la sociedad. Aunque Ignacio Prendes pensaba prolongar la negociación se ha impuesto la realidad: hacer política parlamentaria desde un solitario escaño no permite cambiar las reglas del juego. El gran ganador del pacto es el PSOE. Con el transcurso del mandato se verá con claridad.
Los socialistas procedieron con lógica durante toda la negociación, al dar prioridad a la entente con IU, un socio que tiene tres ventajas: quintuplica en escaños al partido de Rosa Díez, está avalado por siete años de gobierno de coalición con el PSOE, y su natural oposición a los grupos del centro-derecha. El apoyo de IU quedó sellado con el acuerdo de los sillones: la Presidencia del Principado para Javier Fernández y un escaño de senador para Jesús Iglesias. Atado el pacto de la izquierda, obtener el respaldo de Ignacio Prendes era cuestión de tiempo. Se maquilla la redacción de los textos conflictivos con frases vagas y, de pronto, ya hay mayoría absoluta.
El competidor de Javier Fernández era Álvarez-Cascos, como líder del segundo partido más votado. En principio, los dos candidatos podían ganarse el favor de UPyD, pero se desencadenaron una serie de acontecimientos, todos casuales, que dejaron a Javier Fernández en ventaja. Mercedes Fernández se postuló para presidenta, el Tribunal Constitucional enmendó la plana al Tribunal Superior de Justicia de Asturias, Mercedes Fernández rectificó y dejó su apoyo en función de lo que hiciera UPyD, y Cristóbal Montoro, aprovechando que estaba de guardia el sábado, dijo que estudiaba la intervención de las cuentas asturianas. Hasta los de UPyD entendieron lo que había que hacer.