La iniciativa parlamentaria del PP, apoyada por Foro, de reducir a nueve miembros –en la actualidad son quince- el Consejo de Administración de la RTPA fue rechazada por el Partido Socialista y sus aliados, IU y UPyD. Con la supresión de seis consejeros se ahorrarían 200.000 euros al año, según el grupo de Mercedes Fernández. Desde la mayoría parlamentaria, Fernando Lastra critica al PP por mezclar chapuza y austeridad, recordando que en la reforma del sector público se contempla una reestructuración de la RTPA. Noemí Martín se mostró en contra del recorte de derechos democráticos y defendió la pluralidad del órgano.
Si le preguntáramos a los ciudadanos, la propuesta del PP obtendría un apoyo abrumador. Objetivamente, el trabajo del Consejo de Administración de la RTPA no sufre ninguna merma por quedar compuesto por nueve consejeros. Los argumentos expuestos por IU son extravagantes: los derechos democráticos y la pluralidad no se resienten un ápice por prescindir de seis consejeros, mientras que la reducción del gasto corriente es indiscutible. La crítica socialista tiene algún fundamento, porque no tiene mucho sentido proponer la reforma de una ley para cambiar sólo el número de consejeros. Ahora bien, la promesa de reestructura la RTPA sólo es admisible, como argumento, si en ella se contempla el adelgazamiento del consejo de administración.
En los meses que llevamos de legislatura, la iniciativa del PP está concentrada en reducir gasto de personal, bien sea de diputados, asesores, consejeros de empresas públicas, etcétera. En la calle tiene un gran predicamento este discurso. Alguna decisión tomada en esta materia fue desafortunada, al negarse a ocupar los tres puestos que le corresponden en el Consejo de Administración de RTPA. Optar por quedar sin representación en los órganos rectores de empresas públicas es una estrategia propia de grupos antisistema. El afán por el ahorro en la televisión autonómica es muy reciente en el PP, ya que hace un año unió sus fuerzas con la izquierda contra el recorte de 11 millones de euros propuesto por el Gobierno de Foro. Hechas todas estas puntualizaciones, hay que reconocer que la propuesta popular tiene más aspectos positivos que negativos. El control del déficit público y la política de austeridad bien merecen ser reforzados con un ahorro en dietas.