Las aguas en el socialismo español bajan revueltas. El liderazgo de Rubalcaba vive un permanente cuestionamiento, sin que la división mostrada en el último congreso haya dado paso a la unidad. Los barones del PSOE estén más pendientes de sus cuitas internas que de elaborar una alternativa al Gobierno de Rajoy. Todas las apelaciones del aparato a cerrar filas con Rubalcaba son inútiles, ya que los cuadros del partido viven en un estado de ansiedad ante el declive que marcan las encuestas. El 20 de noviembre de 2011 el PSOE obtuvo su peor resultado electoral, pero no tocó fondo, ya que los sondeos indican que si se convocara ahora a las urnas no llegarían a alcanzar los 110 diputados que tienen en la actualidad. El gran desgaste del PP, por las medidas impopulares que toma Rajoy, no beneficia al PSOE. Un cuadro insólito: baja fuertemente la intención del voto del PP y sigue el declive del PSOE, ganando cuota electoral IU y UPyD.

Un sector amplio del partido quiere anticipar las elecciones primarias para elegir un nuevo líder para los comicios de 2015. Una propuesta electoral que lleva implícito un deseo: rectificar la decisión del último congreso de poner a Rubalcaba como secretario general. Se extiende la impresión de que es un candidato perdedor, pese a sus indudables méritos políticos. El talón de Aquiles del secretario general es su pasado, como ministro del Interior y vicepresidente de Zapatero, y como ministro de Educación y de la Presidencia de González. Tras cinco años de azote económico, la gente necesita rostros nuevos para creer. De ahí surgió el nombre de Eduardo Madina, como posible candidato electoral. Entre ambos políticos hay un cuarto de siglo de diferencia. Madina, víctima directa de ETA, es una página en blanco. No se le puede imputar ningún error del pasado, porque era un simple espectador. En un par de días ha concitado apoyos que van desde Guerra y Elorza hasta Chacón. El aparato dice que no toca hablar de primarias, pero todos los militantes piensan en ellas.

El diputado asturiano, Nino Torres, secretario general de las Juventudes Socialistas, ha dicho de Madina que tiene un “perfil buenísimo y es una de las personas que tiene más futuro en el partido”. El resto de la organización asturiana permanece muda. La vinculación de la FSA con Rubalcaba convierte en inconveniente el cambio de liderazgo. Calma tensa.