Las dudas sobre el horizonte judicial del diputado socialista, Francisco González, han llevado al grupo socialista a retrasar una semana la votación de la Cámara sobre la ley de sector público. Los portavoces del resto de partidos aceptaron, por cortesía, la petición del PSOE. Dos asuntos de distinta naturaleza -la probable apertura del juicio oral contra Francisco González y la votación de una ley- aparecen conectados por la exigua mayoría parlamentaria de la que goza el Gobierno regional: un escaño. Si el Tribunal Superior de Justicia de Asturias dictamina que Francisco González tiene que sentarse en el banquillo de los acusados, el diputado se verá conminado por su grupo a dejar el escaño, con lo que la votación en la Junta General del Principado registraría un empate a veintidós escaños, PSOE-IU-UPyD, a favor de la norma, y Foro-PP, en contra.
Cabe otra hipótesis mucho más adversa para los socialistas: Francisco González no entrega el acta y se va al grupo mixto, con lo que pasa a tener un poder extraordinario al convertirse en árbitro de todas las iniciativas parlamentarias del Gobierno. Tratándose de un partido como el PSOE, con tanta experiencia política e institucional, es de esperar que haya negociado con Francisco González su futuro político. No obstante, las ausencias parlamentarias del ex alcalde de Cudillero, justificadas por enfermedad, pudieran dar licencia a pensar que hay flecos sin cerrar en la negociación entre partido y diputado. En Asturias, ya conocimos un caso de cambio de grupo de un diputado que marcó el destino de la legislatura. En 1996, Antón Saavedra dejó IU y se fue al grupo mixto. Hasta entonces, el Gobierno de Sergio Marqués estaba en minoría en la Cámara, y con el apoyo de Saavedra pudo en pleno mes de mayo sacar adelante los presupuestos del Principado. Son dos casos distintos, pero con un teórico nexo común: el enorme poder que adquiere un diputado rompiendo con la disciplina de partido y poniendo su escaño al servicio de cambiantes mayorías.
No es muy edificante que el Parlamento altere su agenda en función de la decisión de los tribunales, pero si los cinco grupos de la Junta están de acuerdo vamos a aceptarlo. Quién iba a decir que la extravagante gestión municipal en Cudillero pudiera tener repercusión en la gobernanza de la región. De aquellas prácticas virtuosas estos lodos.