Ante la queja de los portavoces de IU y UPyD sobre la lentitud en la aplicación de las medidas económicas contempladas en el presupuesto del Principado, Javier Fernández aclara que no hay pérdida alguna de tiempo sino rigor administrativo en la ejecución de las cuentas regionales. Según el presidente, pronto se verá cómo el Gobierno regional actúa con gran agilidad.
El procedimiento administrativo constituye una materia árida y abstrusa para los ciudadanos. Con la pretensión de ser objetiva y garantista, la Administración se sumerge en un laberinto de dictámenes, consultas a distintos órganos, disposiciones de publicidad, comunicaciones al personal, aprobaciones provisionales y no sé cuantas vueltas más que retrasan hasta la desesperación cualquier decisión. Pese a los anuncios de ventanilla única y de apertura de negocios con licencias verbales, la realidad es que la Administración cada año es más pesada y está más cargada de burócratas. Ahora que se abre paso el debate sobre la bajada de impuestos, es bueno recordar que dos tercios de todos los tributos que pagamos a las tres administraciones (Estado, comunidades y ayuntamientos) van destinados a costear salarios de funcionarios. Aceptada esa losa, en el debate político no cabe acogerse al procedimiento administrativo para justificar la ausencia de celeridad en las actuaciones. En el presupuesto aprobado a finales del mes de diciembre hay fondos destinados para financiar planes de empleo, sin embargo, avanzado el mes de mayo no se ejecutó ni un euro de esos planes. Me inclino a pensar que el Gobierno regional no supo prever que las contrataciones de mano de obra iban a suscitar tanta atención, porque en la agenda oficial todo el interés estaba volcado en otras cuestiones, de gran importancia, sin duda, pero no tanto como para hacernos olvidar los 122.700 parados. Lo mismo sucede con el salario social. No puede pedir la Consejería de Bienestar Social que tengan paciencia las personas privadas de recursos, alegando que cuando el Principado disponga de la herramienta informática adecuada no habrá retrasos. En el debate político esos enunciados suenan más a disculpa que a argumento.
En el año que va de mandato, el Gobierno regional se ha mostrado muy eficaz para reducir el déficit público o para subir tributos, pero no ha solucionado las urgencias del ciudadano.