Para obtener crédito el Principado va a tener que acudir al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y a los bancos. No se entiende que la Consejería de Hacienda pase medio año deshojando la margarita de la financiación, cuando no le queda otro remedio que recibir liquidez por las dos vías. Los bancos son muy remisos a conceder créditos, así que la cantidad a recibir por ese conducto es insuficiente. Como gran parte de las comunidades autónomas están quebradas, el Ministerio de Hacienda inventó un fondo para que los gobiernos regionales recibieran el dinero negado por las instituciones privadas de crédito. Así nació el FLA. El pasado año estaba dotado con 18.000 millones de euros y para este ejercicio se amplió la cifra a 23.000 millones. Cataluña ya ha reservado más de 9.000 millones, pero a Asturias no le conceden ni 300 millones, y por eso debe completar la cantidad recibida con la que le den los bancos y cajas más ligados a la región.
¿Es la Generalitat más fiable que Asturias? Al revés. Asturias está entre las cuatro comunidades autónomas menos endeudadas, mientras que sobre las cuentas catalanas pesa una losa de 50.000 millones de euros. Cataluña tiene siete veces la población de Asturias y debe veinticinco veces más que el Principado. ¿Tiene visos de cambiar la situación? Al contrario. Asturias tuvo un déficit del 1,04%, el pasado año, mientras que la Generalitat lo duplicó. El déficit de hoy es la deuda del mañana. ¿Cómo se puede entender que el Ministerio de Hacienda premie con 9.000 millones a un gobierno quebrado y regatee el dinero a otro solvente? Razones de relevancia política. El traje del FLA se confeccionó tomando las medidas a Cataluña, y se dotó al fondo de un protocolo que conecta con los intereses de la Generalitat. El FLA atiende la deuda con el exterior y está pensado para resolver el problema de los llamados, “bonos patrióticos”, emitidos por la Generalitat y comprados por los catalanes a un interés del 4%. Como la Generalitat es insolvente no podía devolver el dinero a los bonistas, y ahí apareció Cristóbal Montoro para sacar las castañas del fuego a Artur Mas. Cristóbal Montoro es como Elena Salgado pero sin casa en Niza.
Javier Fernández debería alzar la voz y buscarse socios en otras regiones, porque el agravio del FLA es un anticipo de la batalla del déficit a la carta y de la revisión del modelo de financiación autonómica.