Las últimas revelaciones de Luis Bárcenas han vuelto a poner contra las cuerdas al Gobierno, a Rajoy y a la dirección nacional del PP. La presentación en el juzgado de una hoja de la famosa contabilidad del extesorero ha dejado mudos a los locuaces portavoces del partido en el Gobierno. Hasta ahora, el PP sostenía que las fotocopias de los asientos contables estaban amañadas, pero no contaban que al juzgado empezaran a llegar los originales de las cuentas. Esperanza Aguirre alzó la voz para pedir una investigación sobre la corrupción en el partido, y los demás miembros del sanedrín pepero no replicaron.
Esta es la escena. Los ciudadanos están irritados y perplejos. Nunca se ha visto nada igual. La corrupción socialista en los dos últimos mandatos de Felipe González infectó toda la actividad pública. Años en que la doctrina oficial del partido afirmaba que España era el país del mundo más apropiado para enriquecerse y muchos socialistas atrincherados en las administraciones públicas siguieron la consigna. La época de Filesa. Ahora bien, en ningún momento vio la luz una prueba tan contundente como la de la contabilidad de Bárcenas. En unas cuantas anotaciones aparecen los supuestos pagos a los distintos equipos dirigentes del PP y en la columna de entradas las supuestas aportaciones de la oligarquía nacional. Unos pagan y otros cobran. Queda elidida la premisa que une las dos columnas de la contabilidad: los concursos de las administraciones ganados por los oligarcas. Con los últimos datos, el sumario ha cogido velocidad de crucero: nueva comparecencia de Bárcenas ante el juez y la citación, como testigo, de Dolores de Cospedal, a petición de la Fiscalía Anticorrupción.
En medio de una situación tan grave, el PP ha decidido blindar a Rajoy de las críticas de la oposición, impidiendo que en el Pleno del Congreso de los Diputados se someta a sus preguntas. Amparado en la mayoría absoluta, el partido en el poder rechazó la petición unánime de todos los grupos de la oposición. El público estupefacto, el juez a la carrera, la oposición agrupada y Rajoy enrocado. ¿Cuánto tiempo va durar este sindios? Se ignora el lado por el que romperá el triángulo, Rajoy-Bárcenas-Ruz. Puede ser por una declaración explosiva del extesorero (contenido de los cofres de Suiza), por una actuación expeditiva del juez o porque Rajoy recupere el habla.