La actividad en la Junta sigue focalizada en los sueldos de los políticos. Los salarios de los parlamentarios no forman parte del núcleo de intereses de la región, pero los diputados están siempre dispuestos a mirarse el ombligo; llevan más horas consumidas en la discusión sobre las remuneraciones que en cualquier otro asunto. El cobro por kilometraje está en el centro de la polémica. Las dietas por desplazamiento les dieron tantas satisfacciones a lo largo de la etapa autonómica que cuesta mucho descartarlas. Todos los días del año recibían dinero por viajar hasta el puesto de trabajo, aunque más de 200 jornadas no pisaban el Parlamento, sumando fines de semana, vacaciones y periodos inhábiles para sesiones. UPyD plantea que todos los diputados, excepto los que tengan que recorrer menos de 50 kilómetros diarios, cobren un complemento por acudir al puesto de trabajo. La cuantía del mismo dependerá de la distancia existente entre los domicilios y la Junta General del Principado: si recorren de 50 a 100 kilómetros diarios recibirán 300 euros; si el viaje supera los 100 kilómetros la asignación será de 500 euros y por encima de los 200 kilómetros el complemento alcanzará los 600 euros.
La propuesta de UPyD tiene algunas ventajas sobre la fórmula empleada hasta ahora. El complemento tributa a Hacienda, mientras que la dieta no lo hacía. Los que viven en Oviedo no reciben dinero por caminar por las calles de la ciudad para acercarse a la Cámara, evitando de esta manera confundir dieta con chollo. El complemento termina con la abusiva costumbre de cobrar el kilometraje los 365 días del año. Esas son las ventajas. Pero la idea de crear complementos por viajar no es perfecta. El modelo apadrinado por UPyD remunera igual al diputado que viaja como al que no lo hace, con tal de que tengan el domicilio a la misma distancia de la capital. Hay parlamentarios que por unas u otras razones viven durante épocas del año en Oviedo y con la fórmula propuesta cobrarían igual que si se desplazaran. Si triunfa la propuesta de Ignacio Prendes, cualquier diputado que viva en Gijón o en Avilés puede viajar en tren o autobús y quedarse con más de 200 euros mensuales para hacer frente a otros gastos.
Por la cantidad de alternativas que se barajan y por la intensidad de la disputa, tal parece que ningún asunto preocupa tanto a los parlamentarios como su propia nómina.