PSOE y UPyD cruzan declaraciones intentando sentar las bases para la negociación presupuestaria. Los portavoces del partido rosa insisten en su tesis de ligar la reforma electoral a dar la luz verde a los presupuestos. Hubo una cierta confusión cuando las delegaciones de los dos partidos se reunieron para analizar el sentido del pacto. Los asesores de Ignacio Prendes realizaron declaraciones ambiguas, permitiendo que Jesús Gutiérrez, con más experiencia política que toda la militancia de UPyD, diera por seguro que su socio parlamentario desvinculaba la normativa electoral de los presupuestos. Estábamos en estas cuando intervino la mismísima Rosa Díez manifestando que se reforma la ley electoral o no habrá apoyo a las cuentas.

Flaco favor le hace la fundadora y máxima jefa del partido a sus compañeros asturianos. Con su intervención no tiene empacho en demostrar que las grandes decisiones de su grupo en Asturias (firma del pacto de legislatura, sentido del voto a los presupuestos) se toman en Madrid. No soy un entusiasta del Estado de las Autonomías, pero la superlideresa, que da color a su grupo, debería guardar las formas y dejar que sean sus seguidores en cada región los que decidan el voto sobre cuestiones de política autonómica. Ya sabemos que el pacto de legislatura entre los dos grupos (17 diputados del PSOE y 1 de UPyD) fue una decisión de Rosa Díez para demostrar que al menos había un territorio en el que tenía poder de decisión su pequeño partido. Ahora trata de lograr que la reforma electoral, una de las prioridades de su grupo a escala nacional, se materialice en una pequeña región de un millón de habitantes. Imagino que en caso de conseguirlo pondrá a la Junta General del Principado como modelo a imitar por el Congreso de los Diputados.

Todo eso está muy bien, pero la política asturiana no puede ser un campo de pruebas ni deben depender los presupuestos de nuestra región de la estrategia nacional de un partido. Siempre consideré absurdas las condiciones puestas por UPyD para pactar por el PSOE, porque no coinciden con las prioridades de los asturianos y están mucho más vinculadas a los discursos de Rosa Díez que a las necesidades de la región. Ahora bien, dar el voto a las cuentas sin que importe el dinero reservado para inversión y planes de empleo, y sólo en función de normas electorales, me parece una desfachatez.