El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha estimado los dos recursos interpuestos por Foro y PP contra la elección del alcalde de Cudillero. Es la tercera vez que los tribunales anulan el nombramiento de un alcalde pixueto en este mandato. Hay que retorcer mucho la legalidad para que todos los concejales del grupo mayoritario queden incapacitados para ser alcaldes. Eso es lo que ha dicho el TSJA: los ediles socialistas están inhabilitados para presidir el Ayuntamiento de Cudillero.
A esta situación se ha llegado tras una demostración superlativa de soberbia y prepotencia de la dirección socialista local, pasándose el bastón de mando de unos concejales a otros, alterando el orden de la lista electoral para ser investidos como alcaldes y recurriendo a personas de la calle, sin ningún poder de representación ciudadana, para ejercer como regidores. Allá las leyes con su prosa barroca que nosotros hacemos lo que nos da la gana. Dentro de esa secuencia grotesca merece un comentario especial la doble investidura de Luis Fernández Garay, la primera anulada por el Tribunal Constitucional y la segunda por el TSJA. En el primer caso se presentaba voluntariamente a la investidura, y una vez rechazado, lo intentó como producto de un mandato legal por ser cabeza de la candidatura más votada. Dejando a un lado que para ser cabeza de la lista tuvieron que dejar el Ayuntamiento, atropelladamente, dos concejalas, ofende al sentido común intentar la investidura después de que los tribunales anularan su primera elección. Toda la maniobra contó con el apoyo de la FSA, desplazándose Jesús Gutiérrez a Cudillero para aplaudir al nuevo alcalde. Fue Gutiérrez quien advirtió que había consultado con prestigiosos juristas de la región para reponer a Garay en la poltrona. A lo largo de nuestra etapa autonómica, el PSOE es el partido del poder y siempre tiene a mano dictámenes “progresistas” que dan apariencia de legalidad a lo que no pasa de ser pura arbitrariedad.
El esperpento de Cudillero se ha convertido en un problema regional. Si no se ataja de raíz, cualquier día puede reproducirse en otro ayuntamiento. La responsabilidad de la FSA es enorme. Ellos han creado el problema y tienen la desfachatez de decir que la culpa es de los demás partidos por judicializar la vida política. Entendido: los jueces sobran en Andalucía y en Asturias.