Cuando Jesús Gutiérrez, lugarteniente de Javier Fernández, señaló que la negociación de los presupuestos debería estar lista para fin de mes, no podía imaginar que los plazos se acortarían sensiblemente. En diez días quedaron las cosas vistas para sentencia: UPyD se borró de la mesa del diálogo e IU le va a entregar hoy la carta de la izquierda a los Reyes Magos, para que los socialistas decidan. IU no va a firmar ningún acuerdo, se limita a anticiparles las exigencias que planteará en el Parlamento. Si Rubalcaba quería girar a la izquierda, ahí tiene a sus correligionarios asturianos con una carta roja entre sus manos, idónea para que la gestione cualquier presidente que quiera emular al mismísimo Julio Anguita. Impuestos para las multinacionales, para los ricos, para los que querían ser ricos, y para los que reciban una herencia con valor superior a la camilla, el brasero y el gato. Se acabaron los gobiernos insensibles a la pobreza, con el bono social para decenas de miles de asturianos. Se terminó con esa forma cicatera de limitar recursos para los desempleados; y fin al retraso en I+D+i.
Si estas propuestas levantaron tanta polvareda, si poblaron de comentarios nuestra web (elcomercio.es), es porque por primera vez pueden convertirse en realidad. Está en manos de Javier Fernández gobernar con el programa de IU para contar con los cinco escaños de esta fuerza política. Bien es cierto que va a tener que romper relaciones con el Gobierno de España, porque supone un salto desde el ajuste fiscal a la expansión. Del superávit económico al superávit social. En caso contrario, IU combatirá desde la oposición el proyecto de presupuestos. A la dirección del Partido Socialista no se le escapa que IU es mucho más peligrosa, en clave opositora, que UPyD, porque el valor no se le supone sino que lo ha demostrado: votando una enmienda a la totalidad de los presupuestos de Areces en el año 2007, que dio paso a la prórroga presupuestaria. Digamos de paso, que la estrategia de Ignacio Prendes, por mucho hermetismo que guarde, no deja de ser la vía de las enmiendas parciales, modificando el presupuesto y vendiendo a los distintos beneficiaros el mérito de su aportación.
Hoy, a la tarde, recibe el sanedrín socialista la carta de la izquierda a los Reyes Magos, así que le sobran días a noviembre para que el Gobierno decida qué hacer con las cuentas.