Quinta y última reunión de negociación entre PSOE e IU. Lo más importante de la doble cita, primero entre técnicos de las dos formaciones (los técnicos socialistas son altos cargos de la Administración con decenas de miles de funcionarios a sus espaldas) y luego entre políticos, fue la decisión tomada por IU dando por clausuradas las reuniones al no obtener una respuesta del PSOE sobre la oferta que les habían hecho. González Orviz y Ángel González no mordieron el anzuelo que les habían lanzado los dirigentes de la FSA y se retiraron del proceso negociador. La dirección socialista tiene ya en sus manos todos los datos para aprobar el proyecto de presupuestos y remitirlo a la Cámara. El Gobierno debe decidir si presenta unas partidas que integran las peticiones de IU o sigue con sus propios criterios. Es muy libre de hacer una cosa o la otra, pero luego no podrá llamarse a engaño. Hasta ahora, el único grupo que expresó nítidamente sus deseos fue IU, mientras los socialistas se mueven entre ambigüedades, sin aportar un dato. ¿Cómo se puede estar de acuerdo con un presupuesto del que se desconocen las cifras?
Después del anuncio de IU, Javier Fernández manifestó que van a estudiar la oferta fiscal de IU con la intención de suavizarla. El presidente del Principado aportó dos argumentos para rebajar las alzas fiscales: el proyecto de presupuestos debe contar con el apoyo de UPyD y el temor a deslocalizaciones (no concretó si de empresas, capitales o personas físicas) porque la presión fiscal en Asturias ya es alta.
La utilización de UPyD para descafeinar la oferta de IU es un truco del PSOE que viene poniendo encima de la mesa desde que empezaron las conversaciones. Los 22 diputados de la izquierda plegándose ante el grupo parlamentario unipersonal. En este momento nadie sabe qué pide Ignacio Prendes para los presupuestos de 2014. La cicatera forma de suministrar información por parte del Gobierno fue el detonante de la espantada de los asesores de UPyD de la mesa. El problema del PSOE y del Gobierno con UPyD no estriba en el programa, sino en la falta de interlocución. El pasado año, cuando la negociación estaba avanzada, IU planteó la novedad de la tasa a los depósitos bancarios, y UPyD la aceptó y cerró el acuerdo presupuestario. El verdadero problema con UPyD no son los impuestos sino la reforma electoral. IU no va a ser el pegamento del jarrón roto.