La consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, ha presentado el techo de gasto del los presupuestos para 2015 que será de 3.529 millones de euros. La cifra supone un incremento del 0,2% con respecto al actual. A esa cantidad hay que sumar los vencimientos de deuda correspondiente a 2015, que estarán en torno a los 370 millones. En conjunto, los presupuestos se elevarán a los 3.900 millones, casi cien millones más de los últimos aprobados en la Junta General del Principado. La razón de ese sensible aumento es el volumen de deuda, que crece como una bola de nieve rodando por la pendiente, sin atender a los discursos políticos, las negociaciones con la oposición y los planes de austeridad del Ejecutivo.
Javier Fernández se refirió en el discurso inaugural de la Feria de Muestras a la necesidad de aprobar las cuentas de 2015, apelando a la responsabilidad de los grupos parlamentarios. Dolores Carcedo acaba de reiterar la invitación añadiendo que la oferta de negociación está abierta a todas las fuerzas políticas “sin exclusiones”. Esto supone una novedad, porque la doctrina del Principado consistía en tender la mano a todos los grupos menos a Foro, por considerar que negociar con el partido de Álvarez-Cascos suponía un esfuerzo inútil. Una doctrina que también aplicó el PSOE cuanto estaba en la oposición, al ser el único grupo parlamentario que se negó a negociar con el Gobierno de Foro. Desde las elecciones autonómicas de 2011 el PSOE declaró su incompatibilidad institucional con Foro, así que el anuncio de la consejera de Hacienda puede ser toda una novedad, si Javier Fernández lo lleva a la práctica.
Aprobar los presupuestos de un año electoral sólo está al alcance de gobiernos con mayoría absoluta en la Junta General del Principado. Eso es lo que enseña la experiencia. Cuando faltan cinco meses escasos para los comicios, los grupos de oposición ponen siempre distancia con el Principado. En teoría, los apoyos no deben penalizar en las urnas si los objetivos alcanzados son beneficiosos para los ciudadanos, pero en la práctica ningún partido quiere empezar una campaña electoral atado al presupuesto del Gobierno. El PSOE tiene en el PP el socio vergonzante para gobernar; la falta de un compromiso explícito, por parte de Mercedes Fernández, hace pensar que evitará un acuerdo presupuestario que dejaría a Foro como único grupo del centroderecha opuesto al socialismo.