>

Blogs

Juan Neira

LARGO DE CAFE

NACIONALISMO, ASIGNATURA PENDIENTE

Desde Oviedo, Rosa Díez arremetió duramente contra Artur Mas (“filibustero”, “trilero”) por jugar con la publicación de la Ley de Consultas aprobada por el Parlamento catalán. También criticó a los socialistas catalanes que votaron la ley pero discrepan de la doble pregunta del referéndum, como si fuese posible separar la norma del fin para el que fue creada. Según Rosa Díez, la posición del PSC ante el desafío de la Generalitat puede ser “el último clavo en el ataúd del PSOE”. UPyD nació como partido para luchar contra los nacionalismos que amenazan la unidad de España y el orden constitucional, así que la lideresa se encuentra en su salsa despotricando contra Artur Mas y sus aliados.

Rosa Díez es vizcaína y vivió en propia carne las amenazas y el matonismo del nacionalismo vasco, pero considera que CiU, ERC y sus adláteres son más peligrosos, porque con un discurso europeísta y moderno han ido intoxicando a la sociedad y ahora se encuentra inerme. Según la lideresa, la violencia del nacionalismo en el País Vasco sacó las mejores energías de la sociedad que reaccionó contra ella, algo que no factible en el caso de Cataluña.

Me gustaría que fuera verdad el diagnóstico de Rosa Díez, pero creo que se equivoca. La hegemonía del nacionalismo en la sociedad es tan actuante en el País Vasco como en Cataluña. En un par de meses podría Urkullu, desde Vitoria, organizar otro referéndum independentista con tanto apoyo social como el que preconiza Artur Mas desde Barcelona. Una cosa es que la sociedad haya reaccionado ante los asesinatos más crueles de ETA, como el secuestro y tiro en la nuca de Miguel Ángel Blanco, y otra que la sociedad vasca haya hecho frente a la amenaza totalitaria del nacionalismo. La mejor prueba de lo que digo es la propia UPyD que tiene un apoyo marginal en el País Vasco, pese a estar liderada por Rosa Díez, ex consejera del Gobierno de esa comunidad autónoma y conocida por todos en su tierra. Más allá del refrendo independentista del 9 de noviembre, la democracia española tiene pendiente abordar la asignatura pendiente de los nacionalismos catalán y vasco. Hasta ahora se ha seguido la política del apaciguamiento, como hizo Chamberlain frente a la amenaza del nacionalsocialismo, con los resultados conocidos. Queda otra vía por experimentar, la disputa de su hegemonía ideológica, empezando por atacar sus mitos y desmontar su sistema educativo de adoctrinamiento.

Temas

por JUAN NEIRA

Sobre el autor


septiembre 2014
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930