Las obras del nuevo Ganzábal fueron adjudicadas por Esther Díaz, en su etapa de alcaldesa de Langreo, y participó en ellas Davelco, la empresa de la que es copropietaria. También participó Davelco en el proyecto Talleres del Conde, adjudicado por Esther Díaz, y que está paralizado por María Fernández, actual alcaldesa. Como se puede comprobar los procedimientos utilizados desde la Consejería de Bienestar Social ya habían sido ensayados desde la Alcaldía de Langreo. Se saca un equipamiento a concurso, lo gana una empresa que luego subcontrata con Davelco.

Si esta pauta obtuviera la benevolencia de la sociedad y las instituciones, en un breve lapso de tiempo tendríamos a la mitad de las familias de los políticos subcontratando actuaciones de la Administración, parapetadas detrás de sociedades anónimas. Es imposible aceptar como normal tal engarce de intereses públicos y privados. El Principado aprobó la Ley de Buen Gobierno e Incompatibilidades de Altos Cargos, donde se prohíbe la posibilidad de subcontratar a empresas en que los gobernantes tengan más de un 10% de la propiedad. Javier Fernández la firmó orgulloso, y a falta de otras realizaciones más tangibles, el portavoz del Gobierno hizo exhibición de la norma que enviaba a la Junta General del Principado. Se ve que tienen dos varas de medir, una para los demás y otra para ellos. Plena exigencia para los que no pertenecen al clan del poder, máxima comprensión para los que forman parte de la cofradía. Digo esto, porque es imposible que el presidente del Gobierno no supiera que la consejera tenía el 19,8% de Davelco, y que esta empresa trabajaba en las más relevantes obras públicas de la región. Si algo caracteriza a los gobiernos socialistas es un perfecto control de las empresas que trabajan para las administraciones. Saben quién es quién. No se pierden en la enredadera de las sociedades mercantiles.

Cristina Coto (Foro) dice que la actuación de Esther Díaz es ilegal por vulnerar la Ley de Contratos del Sector Público. Aurelio Martín (IU) ya pidió directamente la dimisión de la consejera. Javier Fernández da charlas sobre valores éticos y morales en su faceta de conferenciante en Madrid, pero deja que las cosas sigan como están en la Administración del Principado. Una cosa es predicar y otra dar trigo. Qué injusta es la vida: unos tardan dieciséis meses en cobrar el salario social y otros tienen doble ingreso.