El presupuesto del Principado para 2015 va a ser aprobado con los votos de los grupos parlamentarios del PSOE y del PP. Salvo sorpresa mayúscula, las enmiendas parciales de los partidos de la oposición van a ser desechadas, pese a las insuficiencias y debilidades de las cuentas presentadas. Hasta hoy, nadie supo justificar por qué el presupuesto contiene una inversión tan baja, cuando el Gobierno de Javier Fernández lleva tres años diciendo que su gran prioridad es el empleo. En los servicios públicos, salvo el incremento de la partida destinada a salario social, en el resto se mantiene una postura continuista, así que los problemas planteados quedarán sin resolver. Al propio salario social habrá que asignarle también más recursos, porque el próximo año las demandas de personas en trance de exclusión superarán los cien millones de euros.

Estas consideraciones le traen sin cuidado al Gobierno regional y al PP, porque con la aprobación del presupuesto buscan fines políticos, ajenos a problemas sociales y necesidades empresariales. Javier Fernández evita con las nuevas cuentas el papelón de llegar al final de mandato gestionando la prórroga del presupuesto de 2013. Mercedes Fernández apuntala al Gobierno del PSOE para evitar que la ciudadanía dé por agotada la alternativa socialista y dirija la mirada hacia Foro, el principal partido de la oposición. El PP sigue atado al guión de 2011, supeditando toda su política y el sistema de alianzas al objetivo de cerrar el paso a Cascos. Con Cherines, el grupo parlamentario del PP actúa igual que lo hacía en el anterior mandato con Isabel Pérez Espinosa (¿se acuerdan de aquella concejala de Gabino de Lorenzo que fue candidata a la Presidencia del Principado por designación de Rajoy?). Cuando dejó el escaño en Madrid y vino a hacerse cargo del partido en Asturias, Cherines declaró que toda su vida se había opuesto a los socialistas, pero en cuanto ocupó escaño en la Junta General del Principado no hizo otra cosa que trabajar a favor del Gobierno de Javier Fernández.

PSOE y PP se necesitan en la política regional, porque sin formar alianza los socialistas se derrumbarían y el PP se vería ante la tesitura de colaborar en la formación de una alternativa de centro-derecha, que es lo que quieren sus electores. Los dos hacen grandes esfuerzos por ocultar su condición de socios de una misma empresa. El electorado lo sabe y en mayo les pondrá nota.