El Gobierno ha dado a conocer los datos del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) correspondientes a los siete primeros meses del año. Este fondo creado por el Gobierno de Rajoy en el otoño de 2012, cuando la Generalitat le mandó un mensaje de socorro al no poder devolver a los ciudadanos el importe de los “bonos patrióticos”, se ha ampliado, con un Fondo de Facilidad Financiera (FFF) para las comunidades que cumplen con la política de recorte de déficit. Asturias está dentro de estas últimas. Recapitulemos: el FLA se creó para que Cataluña -y también Valencia- no quebraran, y el FFF se dotó para que todas las regiones, sin excepción, tuvieran acceso a la barra libre de Cristóbal Montoro, que consiste en dar crédito a los gobiernos autonómicos con interés cero. Un caso único en el mundo. No conozco a ningún ciudadano, ni siquiera en la época en que las cajas de ahorro daban generosos créditos a los políticos que se sentaban en sus consejos de administración, que tenga acceso a alguna ventanilla oficial para retirar fondos sin coste.
Si el origen de los fondos es algo único, las utilidades que le dan sus clientes son muy reveladoras. La gran mayoría del dinero va para amortizar deuda y pagar intereses. Normalmente, este servicio corresponde darlo a los intermediarios financieros. La banca se dedica a eso. Sin embargo, los gobiernos no acuden a los bancos porque son clientes insolventes, y los que aún pueden recibir algo de dinero encuentran que es mucho más beneficioso la receta de Montoro: coge la cantidad que quieras y corre. Entre Cataluña y Valencia reciben casi tanto dinero como el resto de comunidades autónomas. Sólo para refinanciar deuda, Cataluña retiró 4.300 millones y Valencia, 3.800. El Principado se movió en cifras más modestas, porque es una región mucho menos poblada y no tiene unas finanzas tan alocadas. Entre enero y julio, Asturias recibió 325 millones, de los que destinó 220 a refinanciar deuda y 10 millones al pago de intereses.
Los fondos de Montoro muestran la inviabilidad del actual sistema autonómico. Al polémico sistema de financiación autonómica hubo que adosarle una banca oficial informal (sin ficha bancaria) que es el FLA para que los gobiernos regionales paguen el pufo que tienen con los banca privada y los acreedores extranjeros. Por esa vía llegarán más de 500 millones a Asturias, este año, que irán a cumplir con los plazos de pago de deuda y los proveedores sanitarios.