Los grupos de la oposición en la Junta General del Principado, PP e IU, consideran que las ideas que baraja el Gobierno central sobre financiación autonómica constituyen una amenaza para nuestra región, al reducir el volumen del fondo de suficiencia. Es cierto, rebajar la importancia del fondo de suficiencia no es una buena noticia para Asturias, ya que se trata de un recurso financiero ideado para aportar ingresos a las regiones que no son capaces de costear sus servicios públicos con los impuestos que recaudan o reciben del Estado. Hay otras ideas apuntadas por el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, que tampoco son tranquilizadoras, como la de aumentar la autonomía financiera de las regiones, cediendo unos porcentajes mayores de IRPF, IVA e Impuestos Especiales, en línea con lo establecido en el “Estatut”. Sin embargo, hay algunas novedades positivas, como la creación de un fondo de convergencia regional. De todas formas, ningún portavoz del Gobierno ha explicado, aunque fuera sucintamente, el borrador que va a llevar a la mesa de negociación, así que no podemos formarnos un juicio cabal sobre el nuevo modelo de financiación autonómica. Veremos.
En paralelo a la negociación del modelo de financiación, los grupos políticos asturianos discuten la reforma del Estatuto de Autonomía, que debe contemplar garantías económicas para nuestra región. La ponencia parlamentaria no va a incluir cláusulas de inversión obligatoria del Estado, de modo que queden atados unos porcentajes mínimos de inversión en infraestructuras, como contemplan los estatutos de Cataluña y Andalucía. Asturias recibe todos los años un volumen de inversión “per capita” superior al de esas comunidades, así que ese flanco está cubierto. Además, no es fácil acogerse a una variable que nos garantice tanto como lo que recibimos ahora, a no ser que caigamos en la elección de elementos pintorescos.
Otra cosa es la introducción de cláusulas que refuercen los mecanismos de solidaridad interterritorial. Los líderes asturianos tienen que llevar a la reforma estatutaria algunos enunciados que nos pongan a resguardo de los excesos del “Estatut”. Los dos serán leyes orgánicas de obligado cumplimiento para todos.