Las tensiones entre la dirección federal de IU, coordinada por Alberto Garzón, y la dirección asturiana, encabezada por Ramón Argüelles, han dado paso a un pulso que puede tener consecuencias traumáticas para la relación entre ambas organizaciones. El equipo de Garzón somete a referéndum en toda España el acuerdo alcanzado con Podemos y Equo para formar candidaturas conjuntas en las próximas elecciones europeas, autonómicas y municipales de 2019, bajo la marca, Unidas Podemos Izquierda Unida Equo. La dirección asturiana de IU ha boicoteado el referéndum que ya se está celebrando telemáticamente para organizar otro de dimensión regional a finales de mes. La razón de la discrepancia es que no aceptan que el resultado estatal sea vinculante para Asturias. La relación con Podemos se quiere gestionar en clave regional sin que venga impuesta por la decisión estatal. Alberto Garzón ha recogido el guante y exige una inmediata rectificación bajo la amenaza de la intervención en la federación asturiana. La sombra de los hombres de negro de Madrid planea sobre la sede regional de IU.
Es muy difícil llegar a una solución de compromiso. Garzón participa enteramente de las ideas de Pablo Iglesias. No cree en la autonomía política de IU ni en la capacidad para armar una alternativa política en torno a su fuerza política. Considera que el fin más noble de IU es disolverse en un movimiento popular en el que habrá grupos de distinta naturaleza, con Podemos como gran referencia. Esto último no lo afirma, pero sabe que es así. Por su parte, en Asturias, tiene predicamento la estrategia de Gaspar Llamazares de levantar la bandera de IU e ir con ella a las urnas, convencidos de que se va a reequilibrar el voto en el sector de la izquierda radical. Las malas relaciones con Podemos en la Junta General del Principado hacen que la mayoría de la organización asturiana esté a favor de competir con el partido de Pablo Iglesias en las urnas.
Las cosas han llegado tan lejos que el sector ‘llamazarista’ intenta montar una moción de censura en el Ayuntamiento de Gijón con la esperanza de que Xixón Sí Puede (la marca de Podemos en Gijón) no la apoye y así pueda argumentar que no es posible converger electoralmente con Podemos, porque son dos partidos con intereses distintos. Tras el debate partidario se abre dos opciones, una de carácter regional que pasa por estrechar las relaciones con el PSOE, y la otra de carácter federal que busca fusionarse con Podemos.