Tres senadores socialistas asturianos -José Antonio Alonso, Carmen Sanjurjo y José Manuel Cuervo- denuncian el comportamiento del PP en la Cámara alta, al apoyar la enmienda a la totalidad presentada por Esquerra de Cataluña (ERC) contra el proyecto de Presupuestos Generales del Estado. La enmienda de ERC obtuvo el apoyo mayoritario, lo que significó la devolución de los presupuestos al Congreso de los Diputados. Los tres senadores explicaron que los razonamientos expuestos por ERC para vetar los presupuestos incluyen la crítica al incumplimiento del ‘Estatut’ y una dura referencia al Gobierno de Aznar, al asegurar que en su etapa se produjo el mayor déficit democrático. El trío socialista trató de poner en evidencia a los senadores del PP, entre ellos, Ovidio Sánchez y Dorinda García.

A quien no esté acostumbrado a seguir los modos y usos de la vida parlamentaria, la actuación del grupo popular en el Senado le parecerá un escándalo. Sin embargo, no creo que sea así. El proyecto de presupuestos es producto de una negociación que cerró el Gobierno con el PNV y BNG en el Congreso de los Diputados, con sendas concesiones al País Vasco y Galicia. El Gobierno sabía que con esos socios estaba en minoría en el Senado. Al llegar las cuentas a la Cámara alta, todos los grupos ajenos al pacto (PP, CiU, ICV y ERC) presentaron enmiendas a la totalidad, con el compromiso mutuo de apoyarse en las votaciones para derrotar los presupuestos. La argumentación de cada grupo tenía un papel secundario. Anteponer la estrategia parlamentaria a la afinidad ideológica es algo habitual en las votaciones que se dan en los parlamentos. Si al PSOE le parece tan mal la concomitancia del PP con ERC, no entiendo por qué no se queja de que los independentistas republicanos gobiernen con los socialistas catalanes.

El traspié en el Senado se remedia con una votación por mayoría absoluta en el Congreso. Si los parlamentarios socialistas asturianos van a comparecer en bloque contra el PP, mejor buscan argumentos más sólidos, aunque menos llamativos: abstenerse de apoyar el Fondo Estatal de Inversión Local en el Parlamento y atreverse a proponer listas de proyectos en cada municipio.