Álvarez Areces ha expuesto a Zapatero las premisas que debe contener el nuevo modelo de financiación autonómica, que aprisa y corriendo negocia el Gobierno central con las comunidades autónomas. La necesidad de cuantificar el envejecimiento de la población para fijar el coste de la asistencia sanitaria es la exigencia más conocida del Gobierno asturiano. A esta demanda también se ha unido la petición de incluir la cobertura de los servicios ligados a la dependencia dentro del sistema de financiación autonómica. Este asunto no necesita de grandes argumentaciones, porque si los servicios sociales están dentro del sistema de financiación, las prestaciones derivadas de la Ley de Dependencia también deben incluirse en él mismo.

La Generalitat no quiere que se valore de una forma significativa el envejecimiento de la población para fijar el coste de los servicios ni acepta incluir las prestaciones de la Ley de Dependencia dentro del sistema. Montilla, como Esperanza Aguirre, de lo único que quiere hablar es de financiar más a las comunidades autónomas que conocieron un mayor incremento poblacional. Ahora bien, lo que resulta una carga de profundidad para los intereses de los catalanes es el mantenimiento del fondo de suficiencia tal como está ahora establecido, como un sistema de sumas y restas en función de la riqueza de los residentes de los territorios, y dotado con una importante cuantía de recursos. Esta exigencia también fue planteada por Areces a Zapatero, que contó en la entrevista con la inestimable ayuda de Guillermo Fernández Vara, presidente de Extremadura. Si Zapatero citó a los dos presidentes autonómicos a la vez es porque sabía que sus peticiones eran coincidentes. Digamos que Extremadura recibe 1.502 euros por habitante del fondo de suficiencia, la cantidad más elevada de todas las regiones.

Tras la entrevista, las manifestaciones de Areces fueron de un moderado optimismo, a la espera de conocer el nuevo documento de trabajo que remitirá el Gobierno a todos las autonomías. Nada que ver con el entusiasmo mostrado por Esperanza Aguirre al salir de la Moncloa. La presidenta madrileña parecía que había sido agraciada por el sorteo de la lotería. Resta por saber cómo va a hacer Zapatero para contentar a todos.