El Principado está a la espera de recibir un borrador del nuevo modelo de financiación autonómica del Gobierno. De la entrevista entre Zapatero y Areces salió el compromiso de incluir a Asturias en un fondo de convergencia que tendrá como objetivo reducir las diferencias de renta entre territorios. Se trata de un instrumento novedoso, que se solapa con las funciones asignadas para el Fondo de Compensación Interterritorial (FCI). Ahora que están en discusión los instrumentos de financiación autonómica, llama poderosamente la atención que los gobiernos de Aznar y Zapatero hayan dejado languidecer el FCI, que es el único fondo reconocido en la Constitución, y que apenas cuenta con una cobertura presupuestaria de 1.337 millones de euros. Digo esto, porque a la dotación del FCI no pueden sustraerse ni siquiera los gobiernos del País Vasco y Navarra. A los que les preocupa la cohesión territorial mejor hacían por actualizar las dotaciones del FCI, en vez de crear nuevos instrumentos, tan dudosos como carentes de respaldo constitucional.
Si el Gobierno central quiere amortiguar las diferencias de riqueza entre las distintas comunidades autónomas, el instrumento que tiene más a mano son las inversiones de los Presupuestos Generales del Estado. Construir autovías, trazar líneas de alta velocidad ferroviaria, firmar convenios con universidades, cofinanciar la construcción de hospitales o respaldar actividades culturales, es la forma más sensata de apoyar el crecimiento económico de las regiones. También se puede dotar un fondo común para financiar las actividades de todas las regiones, siempre y cuando los criterios de reparto no resulten extravagantes. Los costes del bilingüismo en una región deben asumirlos sus hablantes, sin que los demás tengamos nada que aportar.
Lo lógico es que el desarrollo de las regiones, un asunto relacionado con inversiones, no se incluyera en la financiación territorial que está ligada al coste de los servicios públicos. El Gobierno pone sobre la mesa el fondo de convergencia para compensar a las regiones menos favorecidos del recorte que exige Cataluña en el fondo de suficiencia. Metidos de hoz y coz en este guión, las propuestas de Asturias deben ser sólidas. Otro día volveremos sobre ello.