EL patinazo que se ha pegado el PP en el pacto para elegir representantes al consejo de administración de Cajastur ha traído consecuencias internas, ya que no será Pelayo Roces el candidato a ser consejero, sino que los aspirantes a ocupar las poltronas serán Ramón García Cañal y Alejandra Cuétara. El PP ha logrado rectificar y contará con dos representantes en el máximo órgano de Cajastur, pero al precio de provocar divisiones internas.
El reparto de fuerzas para elegir representantes en el consejo de administración de Cajastur fue objeto de negociación entre los tres portavoces parlamentarios. Lo natural, lógico y coherente es que el grado de representación de los partidos en los órganos de la entidad financiera se corresponda con su representación parlamentaria. En la Junta General del Principado el PP cuenta con veinte diputados, sobre un total de cuarenta y cinco, así que es de sentido común que proponga dos nombres, siendo los otros dos para el PSOE, que tiene veintiún escaños. IU se quedaría sin ningún representante, al contar sólo con cuatro escaños. También sería plausible que los socialistas consensuaron uno de sus representantes con IU, por algo son socios de gobierno. Lo que no tiene ni pies ni cabeza es que Ovidio Sánchez dé el visto bueno a un pacto que otorga a su partido un puesto de cuatro posibles. Esta decisión ha ocasionado una marejada interna en las filas del PP, al quedar revocada la candidatura de Pelayo Roces al consejo de administración de Cajastur, al hacerle responsable del pacto con los socialistas e IU, limitándose Ovidio Sánchez a dar el visto bueno.
Como el asunto es muy simple, no puede escudarse Ovidio Sánchez en la delegación realizada en Pelayo Roces, porque no hay argumentos para defender la propuesta pactada. En cualquier caso, dado el estilo y la forma de proceder de Sánchez, nunca hubiera optado por penalizar la gestión realizada por Pelayo Roces, así que la sustitución de éste por Cañal y Cuétara tuvo que estar promovida por otras instancias. El coordinador general de IU, Jesús Iglesias, señaló que la pugna en el PP asturiano se da entre el grupo parlamentario y el Ayuntamiento de Oviedo. Es muy probable que desde el consistorio carbayón hayan aprovechado la oportunidad para darle una patada a Ovidio Sánchez en el trasero de Roces.