Los aparatos de los partidos cambian de argumento, dejan de mirar hacia la sesión de investidura y empiezan a hacer cálculos electorales. Para las direcciones de los partidos y los grupos parlamentarios lo más importante es la confección de las candidaturas. En esa tarea, miles de personas se juegan el puesto de trabajo. Se trata de uno de los empleos que hay de más calidad en la España de los contratos precarios y los cinco millones de curritos con un sueldo por debajo del salario mínimo. Sí, ha leído bien, hay cinco millones de españoles que reciben una contraprestación económica por su trabajo que no llega a los famosos 900 euros mensuales del salario mínimo interprofesional. Los diputados y senadores quieren repetir, utilizando el argumento de que tienen todavía mucho que aportar y, a la vez, hay un ejército de aspirantes soñando con el relevo. Si se pregunta a las direcciones de los partidos, las candidaturas se confeccionarán siguiendo la política del continuismo. Los aparatos son muy conservadores y no les gustan los cambios, pero al final las cosas no son tan sencillas porque desde Madrid también opinan y surgen sorpresas. En esta ocasión hay razones objetivas para no hacer grandes cambios ya que la legislatura duró lo mismo que el verano.