Continúan las jornadas de trabajo de los grupos que aprobaron el presupuesto para delimitar qué agentes económicos deben recibir ayudas del Principado para paliar el daño producido por la pandemia. En vez de perjuicios provocados por el coronavirus habría que hablar del daño inherente a las medidas de restricción de la movilidad. La ya manida contradicción entre la defensa de la salud y el pleno ejercicio de las actividades económicas. El borrador del Gobierno ha sido enmendado por sus socios parlamentarios. Ciudadanos, Podemos y Foro creen que el pequeño comercio debe estar entre el sector de damnificados, porque aunque puede estar abierto al público sufre una caída de ventas por culpa de los cierres perimetrales: no llega gente de otros concejos a comprar. Todos los grupos amplían la lista de actividades que se deben subvencionar (teatro, cines, salas de conciertos, lavanderías, etc.). Podemos da un salto cualitativo y pide una ayuda económica para todos los trabajadores afectados por ERTE para mejorar sus rentas.
Hay dos detalles que se les escapan a los grupos que enmiendan el borrador del Gobierno. Vamos a verlos. Es muy difícil encontrar un sector que esté blindado ante la profunda caída de la actividad económica. Aunque todavía no hay datos oficiales, se calcula que en España la caída del PIB en el último año ha estado entre el 11% y el 12%. El mayor retroceso de todos los países de la OCDE. Aunque hay una variopinta tribu de iletrados que considera que la macroeconomía va por un lado y la vida cotidiana por otro, lo cierto es que la microeconomía (comercio, turismo, hostelería, teatro, lavandería y un larguísimo etcétera) sufre el deterioro en la misma medida que las grandes variables agregadas. En caso contrario la economía no formaría parte del conocimiento científico sino del conjunto de prácticas esotéricas. La oposición puede presentar una serie interminable de candidatos a recibir una paga. Es cuestión de animarse. No entiendo, por ejemplo, cómo no exigen subvención para las empresas de transporte. Por si no se enteraron, España es el país de los camioneros.
Segundo detalle. Cuántos más sectores añadan menos le tocará a cada uno. Ya lo dice el refrán, el que mucho abarca poco aprieta. Si se reparten cien millones entre muchos el rescate resulta simbólico. Si el Gobierno añade más dinero, la oposición puede exigir ayuda para más sectores. Hay que seguir los dictados del sentido común y dejar el electoralismo barato para Illa.