Hay pelea. Todavía no está perdida la batalla del peaje del Huerna. El proyecto de presupuestos contiene para el próximo año una ampliación de las bonificaciones de tres millones de euros. Hasta ahora eran seis millones y pasan a ser nueve. Un 50% más. La ministra de Transportes, Raquel García, creía que con ese aumento iba a callar la boca de los asturianos, pero la reacción del Principado y de Podemos ha sido contundente. No está dicha la última palabra. Tanto el presidente, Adrián Barbón, como el vicepresidente, Juan Cofiño, se han mostrado insatisfechos con la cuantía de las bonificaciones. Quieren retomar la negociación con el Ministerio para aprobar una rebaja sustancial del peaje. Juan Cofiño ha dicho que «hay que eliminar asimetrías dentro del propio territorio español». El debate sobre el peaje ha cambiado de escala por una sola razón: la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de aumentar fuertemente las bonificaciones en la Autopista del Atlántico (El Ferrol-Tui) para que los gallegos vean condonado el pago por la ampliación, decidido hace veinte años por el presidente Aznar y el ministro Álvarez-Cascos.
¿Los gallegos merecen ser redimidos de esa carga y los asturianos no? No hay argumentos para justificar el doble rasero. Eso que Cofiño llama asimetría y yo prefiero calificar de agravio. Un trato desigual que sólo se explica por razones espurias. Un diputado del Bloque Nacionalista Galego (BNG) hizo posible la investidura de Pedro Sánchez y, ahora, el presidente devuelve el favor a los independentistas por la vía de asumir el Gobierno los pagos que iban a hacer los ciudadanos gallegos. Me parece estupendo, pero los asturianos no podemos ser menos. No se puede recibir un desaire semejante, sin dar una respuesta. Ya hubo bastante burla en el proyecto de presupuestos, asignando a los principales proyectos urbanos asturianos unos pocos millones para aparentar que se van a ejecutar, como para dar por bueno la pequeña bonificación del peaje del Huerna. Tal como están las cosas la inmensa mayoría de los tres millones de vehículos que circulan al año por la autopista del Huerna tendrán que seguir pagando los trece euros y pico -la tarifa oficial-, como consta en el BOE.
Daniel Ripa y sus compañeros de Podemos fueron al Huerna para decir al personal que trabaja en las cabinas del peaje que no van a pagar una tasa prorrogada ilegalmente. Un gesto acertado. Hay que dar visibilidad al problema. Que lo sepan en Madrid ¿Asturias es de segunda categoría?