Adrián Barbón confirmó en la Junta General del Principado el acuerdo alcanzado por los tres grupos de izquierda (PSOE, Podemos, IU) sobre el desarrollo normativo de la oficialidad del bable: será necesaria una mayoría parlamentaria de tres quintos de diputados (27) para aprobarlo. De esa forma se inicia la negociación entre el tripartito de izquierdas y Foro sobre la oficialidad.
El portavoz de Foro, Adrián Pumares, había anunciado en el Parlamento las condiciones que imponía su partido para aprobar la oficialidad, un asunto que no está en el programa electoral de Foro, aunque sí en el del PSOE. La petición de una mayoría reforzada para definir el modelo de oficialidad era la primera condición. Luego citaba las rebajas fiscales en Sucesiones e IRPF, un plan de apoyo a la natalidad, y la ejecución del convenio firmado en 2019 sobre el plan de vías de Gijón. Tras las reacciones contradictorias por parte de la izquierda, que fueron desde aceptar la negociación a decir que la reforma estatutaria quedaba para un momento en que hubiera otro ambiente, el tripartito acepta sentarse a negociar marcando las líneas de la cancha: en la mesa de las conversaciones con Foro el Gobierno debe sentarse acompañado de los otros dos partidos de izquierda -un diálogo de tres contra uno- y solo aceptan la propuesta de la mayoría decisoria de los tres quintos de escaños, mientras rechazan el resto. Como los socialistas tienen una larga experiencia en ganar negociaciones al resto de partidos asturianos, muestran buen cuidado en rechazar explícitamente las subidas fiscales, aunque el plan de vías de Gijón ni siquiera lo nombran. Traducción: están dispuestos a decir ‘no’ a las subidas fiscales hasta cinco minutos antes de finalizar la negociación, para hacer al final una mínima concesión. En ese momento dirán la típica frase, «ya os damos mucho más de lo que habíamos pensado: lo tomáis o lo dejáis» El plan de vías no es admisible.
En frente está Pumares, un secretario general de Foro, reclutado por Cascos, que en el viaje de su partido al centro cayó del caballo deslumbrado por la cegadora luz de la oficialidad socialista. Ya dijo que las supuestas exigencias anunciadas en la Cámara eran meros puntos de partida para iniciar el diálogo. El tripartito lo tomó por la palabra y solo acepta la propuesta de contar con una mayoría parlamentaria reforzada para desarrollar el modelo, el resto de iniciativas las rechaza, «de entrada». ¿Y la dirección de Foro? Silencio. El chicle se estira.