Reunión de ocho presidentes de gobiernos regionales para fijar una posición sobre el modelo de financiación autonómica. En la cumbre estará representado todo el norte de España, excepto los dos territorios forales (País Vasco y Navarra), que ya tienen un sistema propio muy lucrativo que les da para mantener tres tipos de transporte público (autobús, metro, tranvía) en una misma ciudad, y Cataluña. También estarán representadas Castilla-La Mancha y Extremadura. Un 60% del territorio nacional, el 25% de la población y, lo que es más interesante, la mitad menos una de toda las circunscripciones electorales. Dicho de otra manera: en sus territorios se dilucida quién gana las elecciones generales.
Quieren hacer frente a dos peligros: la bilateralidad, Gobierno de España-Generalitat, como método para decidir el nuevo modelo de financiación, y el tamaño de la población, como unidad de medida para repartir los recursos. La bilateralidad estuvo presente a la hora de negociar el actual modelo y el peso de la población puede ser más negativo para sus intereses que en el pasado, ya que se trata de territorios que pierden población, mientras que las comunidades mediterráneas y Madrid la ganan.
El discurso de ‘los ocho’ se centra en hacer un cálculo real del coste de los servicios y garantizar que todos los españoles tendrán acceso a servicios de la misma calidad. Esas exigencias ya constan en el actual modelo, pero ‘los ocho’ discrepan de los cálculos realizados y exigen que se tenga más en cuenta la dispersión y el envejecimiento de la población.
Me parece muy difícil ganar esa batalla en los términos que está planteada. Madrid tiene 370.000 habitantes más que cuando se diseñó el actual modelo. Cataluña, 180.000 más. El incremento de la población aumenta la demanda en servicios sanitarios, educativos, etcétera.
Es lógico que reciban más dinero para cubrirlos. Ahora bien, ‘los ocho’, al estar unidos, tienen un arma que nunca se empleó en el debate autonómico: el comercio interior. Todos los ingresos que tienen Madrid, Cataluña o Baleares por las compras de bienes y servicios realizadas por las ocho regiones.
Dicho en términos clásicos, formulados por David Ricardo hace más de 200 años, entre ellos y nosotros hay un ‘intercambio desigual’. Por esa razón Alemania pagó el 50% del coste de construcción de las autovías españolas. Presidentes, hagan política.