A juzgar por lo que dicen los participantes en la reunión para la reforma del Estatuto de Autonomía la discusión encalló en la bajada de impuestos. Al parecer, chocaron IU y Foro en ese punto, porque los representantes de IU se negaron a tocar la fiscalidad, mientras que Adrián Pumares (Foro) mantenía el criterio contrario. De las declaraciones se deduce que PSOE y Podemos se mantuvieron al margen de la disputa. ¿Estamos ante un enroque de posiciones? ¿Está a punto de irse al traste la oficialidad del bable y el eonaviego? No lo creo.
En el tripartito de izquierdas hay un reparto de papeles. Esa táctica la izquierda la aprendió en las negociaciones sindicales y la practica siempre que tienen ocasión de actuar en grupo frente a una víctima propiciatoria. El papel de ‘poli’ malo lo juega IU, mientras que PSOE y Podemos esperan su turno. Si la discusión no avanza les llegará el momento de intervenir con una propuesta de síntesis para salvar la oficialidad del trilingüismo. Hablo en plural, pero sólo estoy pensando en los socialistas, porque a Podemos le preocupa el gasto social, pero no tienen los conceptos ideológicos claros como los partidos tradicionales de izquierda. Llegado el caso estarían dispuestos a bajar el IRPF a cambio de imponer el trilingüismo. Sobre todo si se especifica que los que ganan más de 100.000 euros no se benefician del descenso en los tipos impositivos. Todavía estamos lejos de esa etapa; la izquierda va a por todo, considera que ya cedió bastante al conceder que la ley que regule la oficialidad del asturiano se apruebe por una mayoría cualificada de la Cámara.
Frente al tridente de izquierdas no hay nada o casi nada. Juzguen ustedes mismos: Adrián Pumares señaló que la bajada fiscal no es una línea roja y se mostró dispuesto a salvar ese obstáculo. Sin ruborizarse, manifestó que «me comprometo a trasladar a la Comisión Directiva los distintos escenarios posibles que permitan continuar negociando».
Así que este señor, que no encabezó la candidatura electoral ni es un referente en la política asturiana, tiene la generosidad de informar a la Comisión Directiva sobre las diferentes alternativas que hay para salvar el escollo de la fiscalidad. Yo pensaba que estaba obligado a informar a la Comisión Directiva tras cada reunión de negociación. ¿Qué piensa Carmen Moriyón de todo esto? ¿La decisión de asumir tres lenguas oficiales depende de los sentimientos de un señor de Laviana sin necesidad de consultar al partido y a la sociedad?